¿Cómo te definirías a estas alturas del show, Nerea?
Soy una persona normal, con mis aciertos y mis errores, que tengo la suerte de vivir de mi pasión: el humor.
¿Cómo empieza todo? ¿Recuerdas cuándo supiste que la comunicación, la interpretación y la pasión por la comedia podían ser tu modo de vida?
A los 15 años les dije a mis padres: “Quiero ser actriz”. Me formé y puse todo de mi parte para conseguirlo, pero era realista y me puse un plazo porque era consciente de que vivir de esta profesión no solo dependía de mí. Mi primer trabajo fue de presentadora de televisión en KTM con 19 años, un programa diario en directo con el que aprendí mucho. Un año después llegó mi primera serie de televisión, Hasiberriak. Fue maravilloso poner en práctica en la serie lo que estaba aprendiendo en la escuela de interpretación. Dos años después llegó Vaya semanita a mi vida; y con él, el humor y la comedia. Desde entonces, la comedia ha formado parte de mi vida tanto en lo profesional como en lo personal. La comedia es mi herramienta de trabajo, mi filosofía de vida y mi terapia para los malos momentos. Porque esta profesión es muy bonita cuando te va bien, pero hay que saber gestionar tu cabeza cuando no hay pan para todos. Aunque también he trabajado en proyectos dramáticos, la comedia ha sido la base de mi carrera. Hace cinco años decidí lanzarme al mundo del ‘stand up’. Sentía muchísima admiración por los cómicos y cómicas y sabía que no sería fácil. Ni siquiera sabía si sería capaz de hacer reír yo sola. Una cosa es ser actriz de comedia y otra cosa muy distinta es ser cómica. Trabajé muy duro y sigo haciéndolo cada día -la cabeza de una cómica no descansa- y, afortunadamente, puedo decir que vivo de esto porque la comedia me da la vida.
Eres una artista polifacética, muy conocida en televisión, pero… ¿qué significa el ‘stand up comedy’ (los monólogos de humor) para ti?
El ‘stand up’ ha sido un antes y un después en mi profesión y en mi vida. El ‘stand up’ me ha permitido descubrir que no solo soy capaz de decir lo que me escriben, que es lo que hacía como actriz cómica, sino de escribir lo que digo. El ‘stand up’ me ha quitado todos los filtros que podía tener en la vida. Me ha permitido reírme de mis enfermedades, ayudar a gente que al ver mi espectáculo se ha sentido identificada y me ha dado las gracias por visibilizar y naturalizar algunas enfermedades de las que la gente le da vergüenza hablar. Me ha servido de terapia cuando he tenido un día de mierda -¡hemos dicho que sin filtros!- y he tenido que salir a hacer reír cuando lo único que quería era llorar… El ‘stand up’ me ha hecho creer en mí porque si no lo creo yo… no lo cree nadie. Como actriz cómica debía esperar a que sonara el teléfono. Con el ‘stand up’, si haces reír trabajas; y si no lo consigues, te quedas en tu casa. Tan fácil y tan difícil como eso es el ‘stand up’. En el ‘stand up’ yo decido lo que digo y lo que no, yo pongo los límites: yo hago humor inteligente, absurdo, surrealista, lo que me surja. Yo decido si hay silencios, si interactúo con el público o si me tiro una botella de agua por encima. Para mí el ‘stand up’ es libertad. Y eso… no tiene precio.
¿Referentes del humor -de aquí y allá- de Nerea Garmendia?
Charles Chaplin, Joan Rivers, Celeste Barber, Carolina Noriega, Bianca Kovacs, J. J. Vaquero, Dani Rovira. Hay grandes cómicos y cómicas en el mundo.
¿Cómo es tu estilo de humor, amiga, y dónde verte en escena?
Mi humor es polifacético y variable, según me viene. Sin filtros… Inteligente, absurdo, surrealista, negro, visual, reafirmante.
Ahora lanzo un test corto y al pie. Respuestas de una línea o palabra…
-La cultura es para ti: Es como el mar. La quiero siempre cerca.
-Las redes sociales son: Mi escenario virtual.
–Vaya semanita: Mi padrino cómico.
–Akelarre: Un regalo donde ejercer de cómica y presentadora sin trampa ni cartón.
-Itxaso: Volver a trabajar en casa, con mi gente, actuando en euskera y castellano; y que me puedan ver en todo el mundo gracias a Netflix y Primeran.
–Con taras y a lo loco: Un monólogo que ha servido de terapia tanto para mí como para el público que viene a verme.
-Campermendia: El hotel de las mil estrellas. Un proyecto de turismo creado junto a mi chico y nuestros perros para mostrar al mundo las riquezas de nuestra tierra.
-Un lugar para reír a carcajadas: La vida. Es demasiado bonita como para tomársela tan en serio.
¿Y cómo te inspiras para hacer comedia, para crear contenido hilarante?
No me siento a esperar a que llegue la inspiración. Escucho y observo la vida, tomo apuntes y, luego, me siento a escribir para darle forma y sentido. El resultado de si es hilarante lo decide el público…
Mi mantra en RNE y otros medios, como Godot: ¿vivimos una edad de oro del ‘stand up’ (y los podcast de risa)?
Definitivamente, sí. Creo que el sufrimiento en pandemia ha potenciado la necesidad de la risoterapia. ¡Solo nos falta que lo recete la Seguridad Social!
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.
Te voy a decir que la canción Vivir, que Rozalén canta con Estopa.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntar?
He tenido que buscar la palabra en el diccionario (risas). No te has dejado nada, de hecho, quiero darte las gracias por una entrevista tan personal, documentada y hecha con tanto cariño.
¿Un mensaje para la posteridad a los lectores de Godot?
Es una frase hecha, pero es mi lema de vida: “Un día sin risa es un día perdido”. No permitáis que nada ni nadie os borre la sonrisa.
¡Infinitas gracias, salud, taras, cultura y risas, Nerea!
