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De risas con… Jaime Figueroa

Jaime Figueroa: “El humor es la elección vital más importante que he hecho”

Jaime Figueroa (Madrid, 1986) es cómico, mago y ventrílocuo, y no necesariamente en este orden. Un ‘rara avis’ del escenario que se ha convertido en icono del humor. Porque sí, la ventriloquía -como Teruel- aún existe. Y a Jaime Figueroa, portentoso malabarista de las cuerdas vocales e ingenioso hidalgo -con objetos y muñecos- de este género legendario, podemos verlo en lugares como el Teatro Alfil, el Circo Price o La Escalera de Jacob. También en otras salas de comedia por doquier e incluso en festivales, acaso tuneando con maestría vocal e interpretativa fragmentos de Shakespeare. Nada detiene a Jaime Figueroa, admirador -entre otros- del genio Tamariz o de los grandiosos Martes y 13. Ventrílocuo, cómico o mago… ¡El orden de los factores no altera el producto! ¡Bienvenido -o bienvenidos todos sus personajes- a Godot!

 

¿Quién es Jaime Figueroa a estas alturas del show?

Soy ventrílocuo, pero fui mago desde siempre. Estudié Bellas Artes, que me vino muy bien para fabricar todo tipo de muñecos; y me hice cómico, ventrílocuo y cantante. Vivo fascinado por inventar nuevas formas y códigos para hacer humor en directo.

 

¿Qué es la magia cómica, acaso tu génesis como artista?

A lo que me he dedicado muchos años. Siempre me fascinaron los números de magia en los que todo sale al revés y el mago sufre por sus errores maravillosos. Un poco en el código del maestro Pepe Viyuela.

 

¿Cuándo descubriste definitivamente el arte de la ventriloquía?

Desde niño me dediqué a la magia y a fabricar todo tipo de marionetas. Así que era cuestión de tiempo que apareciera la ventriloquía. En muchos libros de magia se habla brevemente del arte de la ventriloquía y algunos magos, casi todos de generaciones anteriores a la mía, tenían en su repertorio un pequeño número de ventriloquía. Hay tanto por explorar en este campo expresivo que me siento tan feliz como el niño que fui…

 

¿Cómo fue tu primera vez… en escena? ¿Algo tipo ‘Magia Borrás’ en familia?

Si le debo algo a alguien en esta profesión es al maestro de la magia mundial: Juan Tamariz. Él fue el que despertó el gusanillo de la magia dentro de la mayoría de mis compañeros y, por supuesto, de mí mismo. He pasado desde los 6 hasta los 25 años imitando al maestro. Hasta que encontré mi manera de hacer.

 

 

¿Qué significa el humor para ti? ¿Referentes de Jaime Figueroa (hoy, sin duda, referente ineludible de los ventrílocuos)?

El humor para mí es la elección vital más importante que he hecho y pienso dedicarle la vida entera y parte del más allá. No podría ser quien soy sin haber mamado la figura de Millán Salcedo -de Martes y 13- o la de Jim Henson, el creador de Barrio Sésamo y los Teleñecos.

 

¿Cómo describirías tu estilo de comedia, así, hablando entre dientes…?

Me gusta mucho hacer números de humor entre lo cotidiano y el absurdo. Como, por ejemplo, tener una conversación con el cepillo de dientes sobre lo dura que es la vida del cepillo. O darle voz a una pulga invisible que quiere ser bailarina de claqué. Los personajes u objetos adquieren un aire simbólico sin caer en lo cursi, ya que dicen cosas bastante humanas y espontáneas.

 

Actúas por doquier y recalas en el Teatro Alfil, templo del humor… ¿Por qué ver El ventrílocuo? ¡’La promosió’!

Es un espectáculo único. Ventriloquía con música en directo por primera vez. La ventriloquía es una ilusión sonora y garantizamos que todos los sonidos que se oyen en escena están originados por los instrumentos de los músicos y mi aterciopelada garganta. Con Gonzalo García Baz al piano y Violeta Veinte al violín. ¡Y además te ríes! ¡Ah! Y si alguien me pilla moviendo los labios… le devuelvo el dinero (risas).

 

Mi mantra en La Sala de RNE y otros medios, como Godot: ¿Vivimos una edad de oro de la comedia?

Yo creo que la comedia siempre está en eterna adolescencia, infancia y primera juventud. Es una hierba que crece tras un incendio y siempre está agazapada para darnos un susto a la vuelta de la esquina. Más que un género, es una forma de mirar y transformar.

 

La cultura es para ti…

Lo que nos trae al origen, a la infancia, al juego.

 

Las redes sociales son…

Un jefe que nos ha salido.

 

Tu voz de cabecera, tu inspiración…

Mi biblioteca de Magia y Comedia.

 

 

Voy con varios conceptos unidos a ti. ¡Test al primer toque!

  • Hablar entre dientesOtra forma de decir ‘Ventriloquía’.
  • Marionetas y objetos: Son oportunidades para decir cosas que jamás pensarías en decir.
  • José Luis Moreno y Mari Carmen (y sus muñecos): Cómicos que nos hicieron reír hasta que se nos congeló la mandíbula de tanta risa.
  • Teatro Alfil: Un templo de la comedia y ahora mi piso compartido.
  • El Golfo Comedy Club: Un referente de nueva comedia, un verdadero «comedy club” de la tradición americana.
  • Festival de Almagro: Un festival tan mágico como ancestral donde este ventrílocuo, haciendo de Hamlet, consiguió hacer hablar al calavera Yorik…
  • Un lugar para reír a carcajadas: El Circo Price de Madrid.

 

Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.

Ser o no ser, de Ernst Lubitsch.

 

¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntarte?

Sí, soy rubio natural (risas).

 

¿Un mensaje para la posteridad a los lectores de Godot? ¿Con qué voz imaginamos este mensaje, amigo?

(¡Póngase voz de presentador de televisión de los años 50!). “¡Con todos ustedes… un ventrílocuo! ¿Serán capaces de verle moviendo los labios? ¡Vayan a verlo y me cuentan después!” (Risas).

 

¡Mil gracias, salud, risas y viva la comedia!

 

Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí

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