Un huevo, cuatro sardinas, es una obra interdisciplinar de la Cía. Malditas Lagartijas, dirigida e interpretada por Beatriz del Monte, que tiene como base la danza-teatro. Surge de la necesidad de recordar la figura de La Kika, bisabuela de la autora.
Como ella muchas otras; mujeres que tuvieron que enfrentarse a una época sin pan, sin recursos y en guerra, donde quedaban al cargo de una familia solas, con el impedimento también de ser mujeres, en silencio.
Es un homenaje desde la cotidianidad de los hogares. Es la voz de nuestras bisabuelas, que en su día fueron madres, y la de las abuelas que vivieron esta historia nuestra como hijas. Es un homenaje a La Kika y, con su historia, a todas ellas.