“El periodismo ha ido cambiando, salvo honrísimas excepciones, para mal”
El Teatro del Barrio estrena nueva producción, Contarlo para no olvidar. La pieza interpretada por Amparo Pamplona e Isabel Serrano recrea una conversación mantenida hace ya casi 5 años entre las periodistas Maruja Torres y Mónica García Prieto en un hotel en Tailandia que se publicó posteriormente en la Revista 5W. Una conversación que transita sobre temas como el periodismo, el feminismo y la transformación social. La dirección del montaje la firma Miguel Rellán. Devorador confeso de libros al que puedes encontrártelo leyendo en el metro o buscando textos en una librería. Hablamos con él para que nos avance todos los detalles ante el inminente estreno de la pieza.
Dos marcianas muy lúcidas
Por Ka Penichet
Fotos: Laura Ortega
Imagino que a lo largo de tu carrera habrás leído infinidad de textos, ¿cuál fue el detonante que te motivó a decir: “Esto lo tengo que contar”?
Efectivamente yo leo mucho y la gente me pregunta por qué me gusta tanto leer y para mí es como si me dijeran que por qué me gusta respirar, obviamente porque si no me muero (risas). Yo voy mucho en metro y leo mucho mientras viajo. Me llevo libros pequeñitos y la librería donde suelo comprar casi todo, La buena vida, lo tenía. Cuando lo leí, me impresionó. Yo entonces no conocía la editorial 5W y me quedé pensando en hacer un documental, pero me parecía lo mismo y de repente me pregunté: “¿por qué no teatro?” Eso fue hace tres años. Yo tenía claro que a mí me interesaba, pero también le tenía que interesar al resto de la gente.
¿Cómo trabajaste la selección de textos?
Pues imagina, fue la conversación entre Maruja Torres y Mónica García Prieto duró dos días y el libro, si lo leyéramos entero, deben ser como 4 o 5 horas y reducirlo a 1h15 me costó sangre porque todo merece la pena. Las pasé canutas. Desarmar el artefacto entero y armarlo de una manera para que no se quedara nada fuera, tuviera equilibrio, se hablara de todo… porque la gente informada sabe quién es Maruja Torres y es posible que Mónica también, pero había que explicarlo para las que no.
¿Qué tiene de especial este diálogo entre estas dos mujeres para que sin plantear un conflicto atraiga tanto a los espectadores?
Efectivamente, no tiene conflicto que es una de las premisas indispensables de cualquier obra de teatro. Pero si yo me quedo con la boca abierta leyéndolo, porque me parecen marcianas, imagino que la gente también. Por ejemplo, Mónica me parece de otro planeta, no sé de dónde viene, no lo entiendo. Mataron a Julio Fuentes su primer marido, a ella no la han matado de milagro, a Javier Espinosa (su segundo marido) lo tuvo el estado islámico secuestrado 9 meses con ejecuciones falsas. Es para acabar loca perdido, pero ahí sigue.
Aún sin conflicto, creo que es interesante para cualquier persona medianamente sensible escuchar sobre los espantos de la guerra, de la información, de la desinformación… ¿Quién decide lo que se publica? ¿Por qué África no vende? ¿Es verdad que los lectores ya no leen y se quedan con el titular?
Además, esta historia se remata con que es el relato de dos mujeres en un territorio de hombres. El machismo no solo queda reflejado en la guerra sino en las relaciones que ellas tenían con sus superiores.
¿Qué crees que tendría esta pieza de distinta si la conversación se hubiera dado entre dos hombres?
En muchos casos nada se parecería. El relato sería el mismo salvando las situaciones de machismo. Cuando llevemos a cabo encuentros con el público, ojalá haya muchos periodistas para contrastar si ellos lo hubieran vivido igual que ellas. En El País de ayer venía una entrevista de Juan Cruz a una médico en la que contaba que algunas veces se ha tenido que disfrazar de hombre para que le hicieran caso.
¿Ha cambiado algo el concepto que tenías sobre el periodismo después de trabajar en esta pieza?
El periodismo ha ido cambiando. Creo que, salvo honrísimas excepciones, para mal. Las empresas ahora han prescindido de las grandes cabeceras, ahora están los becarios porque total, si la gente no lee, qué mas da. Además, los medios de comunicación están en mano de las grandes empresas, véase El Corte Inglés que es una empresa con muchos conflictos laborales, pero nunca habrás oído nada negativo de esa empresa porque muchos medios de comunicación se sostienen de la cuenta de publicidad de El Corte Inglés. Manda el dinero.
¿Es viable que un medio se pueda sostener de manera totalmente independiente?
Creo que sí, pero nos hemos acostumbrado a que por internet tenga que ser gratis. No hay nada gratis, yo leo El País, El Mundo, La Razón… lo que tú quieras, pero pagando porque si no todo el mundo es periodista. Solo pensamos en nuestro ombligo. Hacemos ruido con las noticias que son tendencia y a los 4 días esa noticia pasará de moda. Se acabó. Nos cansamos. Es decepcionante. Es difícil ser optimista. Pero aquí estamos tú y yo, para qué te crees que hago Contarlo para no olvidar.
¿Sobre quién recae la responsabilidad de poner en marcha una alfabetización informativa?
Hace como dos años, antes de la pandemia, yo que meto las narices por todas partes estuve indagando en el CIS (Centro de las investigaciones sociológicas) acerca de las preocupaciones de los españoles de los últimos 10 ó 12 años. Las 10 preocupaciones de los españoles eran el paro, el terrorismo… pero en ninguna figuraba la educación. Si a los ciudadanos no nos importa la educación, lógicamente a los políticos que quieren salir en la foto tampoco, por eso no se ponen de acuerdo en un plan de educación definitivo. Yo pregunto en mi entorno cuál es el programa de la asignatura de Historia, me dicen que no saben y yo me pregunto qué es lo que quieren: que aprueben, que pasen de curso para que luego hagan un máster y si tienen pasta matricularlos en algún colegio privado donde va fulanito de Espinosa de no sé cuánto… ¿Qué pasa? Pues que salen individuos sin formar, sin criterio, salvo rarísimas excepciones, y con una cultura que los mueves un poco y caen bellotas. Los papás encantados tumbados en chándal viendo fútbol, así nos va. Al final, la solución es educación, educación y educación en todos los sentidos.
¿Recibiste algún consejo por parte de Maruja o Mónica a la hora de dirigir la pieza?
Hablé con ellas para ampliar algunas cosas que en el libro se me quedaban cortas, pero no, no hubo consejo. Son fantásticas. A Maruja la conozco desde hace mucho tiempo, desde la época gloriosa y a las dos las quiero y las admiro. Una cosa preciosa ocurrió en el estreno en el Teatro Español. Maruja no pudo venir, pero si estuvo Mónica. Al acabar todo el mundo se puso en pie, salió todo el equipo y salí yo y paré los aplausos para decir que la pieza pretendía ser un homenaje a los corresponsales de guerra y sobre todo a las corresponsales de guerra. Comenté que Maruja no había podido venir, pero pedí que encendieran la sala porque Mónica García Prieto sí que estaba. Si tú vieras la reacción de la gente, que ella, figura de ficción, estaba allí. Fue un momento ¡uf!
¿Cómo ha sido dirigir a Amparo Pamplona y a Isabel Serrano?
Son maravillosas. Yo quería actrices que cuando yo les entregara el texto no preguntaran ni dónde, ni cuanto se cobra, sino que la primera reacción fuera que el proyecto les encantara y quisieran participar de él. Amparo e Isabel se han leído todo lo que han podido de las guerras y están encantadas.
¿Qué significa para ti que esta pieza la produzca el Teatro del Barrio y que se represente allí?
Pues me parece que es el lugar idóneo. Lo único que tiene el Teatro del Barrio es que igual es tratar de convencer a un público de ciertas cosas que ya están convencidas.
¿Quiénes son hoy en días los/las periodistas de cabecera de Miguel Rellán?
Me resulta difícil de contestar porque hay periodistas de todo tipo, no es lo mismo un periodista literario que el de crónica política. Admiro a muchos periodistas empezando por Iñaki Gabilondo. Me parece un tipo lúcido, tranquilo, sosegado, además de listo. De cabecera no tengo ninguno. Estoy suscrito a varios periódicos como La Vanguardia y El País en internet, pero echo un vistazo ahí y después me bajo al quiosco y me compro el periódico. En cualquier periódico puede haber una entrevista interesante, pero en internet no tiene valor, en cambio, sale en papel y la letra impresa todavía tiene un valor que no tiene en internet. En internet hay tal cantidad de barbaridades que da igual. Y los libros también me gusta leerlos en papel. Los libros son el mejor invento del ser humano. Si lo cuidas, te duran para siempre, lo puedes regalar, lo puedes prestar, puedes poner anotaciones…
