Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Cómo se definiría Asaari Bibang y desde cuándo esta pasión por la «commedia», que diría Ignatius?
Tengo mucho sentido del humor, creo que sonreír define mucho cómo somos. No me planteé subirme al escenario a hacer reír hasta que una compañera organizó un concurso y me convenció para participar. A la vista está que el asunto me hizo gracia.
¿Cómo es tu vida cotidiana, si se puede contar, amiga? La comedia tiene una fama un tanto loca, de desenfreno, orgías, rock y un sindiós (Cuerda dixit)…
Pues alguien se está pegando la gran fiesta en mi nombre porque yo tengo una vida de lo más normal. Voy a la oficina, cuido de mi hijo, escribo, actúo si tengo bolo o rodaje, voy a los Open Mic y trato de pasar todo el tiempo que puedo con mis seres queridos. Llámame ilusa, pero creo que en general es así.
El humor para Asaari Bibang es…
Inteligencia.
El teatro y la cultura son…
La base de cualquier sociedad.
¿Qué opinas de los medios y las redes sociales?
Malcolm X decía: «Los medios de comunicación tienen el poder de controlar las mentes de las masas». Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad y, en mi humilde opinión, no estamos siendo todo lo responsables que deberíamos. En cuanto a las redes sociales, son una herramienta indispensable hoy en día para llegar al público y es magnífico que dispongamos de ellas, pero, a veces, cuando veo cómo se usan para hacer daño, pienso que sería preferible que avanzáramos las personas y no la tecnología.
¿Dónde podemos verte habitualmente, amiga?
Con mi show La Negra Batalla en el Pequeño Gran Vía a partir del 24 de septiembre o en el show de Monologamia Pa’ qué nos conquistan.
¿Vivimos buenos tiempos para el humor, pese a los ‘ofendiditos’ de turno?
Yo diría que incluso gracias a ellos. No debemos olvidar que los ‘ofendiditos’ también son nuestro público. No puedes gustarle a todo el mundo, eso es obvio, pero el humor es una maravillosa forma de crear un debate sano. Los cómicos provocamos con nuestros chistes, en eso consiste. No podemos crear el estímulo y acto seguido ignorar la respuesta. Para mí no hay nada más satisfactorio que convertir a un ‘ofendidito’ en mi aliado… o ver que he dado en el clavo con mi intención.
¿Qué es La negra batalla?
Mi vida, pero narrada desde el absurdo. Hablo de la maternidad, mi infancia, las relaciones de pareja, mis experiencias como actriz en España, el racismo… En realidad, hablo de muchas cosas comunes, pero me parece una experiencia interesante que el público pueda ver todas esas cosas desde otro punto de vista.
¿Y Riot Comedy o Cómicas Degeneradas? ¿El futuro del humor?
El presente.
¿Hay que seguir repitiendo, aunque sea obvio, que no hay humor de género como tal, que simplemente es humor?
Una acción vale más que mil palabras.
Tu tema infalible para desatar carcajadas…
El sexo siempre hace gracia… Y mi suegra también. (Risas).
¿Qué y quiénes te hacen reír a ti, Asaari?
Mi hijo es la persona que más me hace reír… Me impresiona esa forma que tienen los niños de soltar la verdad, sin miramientos. Mi hijo dice: «¡Mamá, peo!».
Y me río un mes.
¿Consejos para un buen monólogo?
Habla de lo que sepas y sé sincera. La sinceridad siempre hace gracia.
¿Cómo recuerdas tu primera vez… en escena?
Me lo pasé muy bien, supongo que porque no tenía ni idea de lo que hacía, no había presión. Ahora que soy plenamente consciente me pongo muy nerviosa. Hasta que no oigo la primera carcajada es todo un drama.
¿Cómo ves el furor mundial (y en España) del stand up comedy?
Vivimos tiempos convulsos y eso siempre deja espacio para el humor porque la mejor comedia nace del drama, así que no me sorprende en absoluto que el stand up comedy esté en auge. Otra cosa que lo propicia son las redes sociales y las plataformas digitales porque puedes hacer llegar tu contenido al público sin necesidad de una gran productora o financiación.
Un momento inolvidable de tu vida fuera de los escenarios, acaso relacionado con el humor… Quién sabe, amiga. Cuenta, cuenta.
Mi embarazo fue el nacimiento de mi ‘Yo’ como cómica porque me aportó madurez y me libró de la ira.
Un teatro o lugar para reír a carcajadas. De Madrid o el mundo entero.
Cualquier local que apueste por la cultura tiene todo mi respeto. Ningún espacio es mágico en sí mismo, sino que lo es por las personas que lo habitan. Tuve una noche grandiosa con 13 personas en un local del tamaño del comedor de mi casa. Quiero teatros enormes, por supuesto, pero quiero más lo que sentí aquella noche.
Una película, libro o canción para sentirnos bien en épocas anodinas.
Dicen que la música es un bálsamo para el alma: elige tu canción y a bailar, que son dos días.
Algo que me haya olvidado y te parezca ignominioso y quieras decirlo públicamente aquí, sin pudor… «Jorge, pregúntame esto y tal»…
Me estoy planteando dejar de depilarme… (Risas).
Un mensaje a los lectores de Godot y teatreros del mundo, ávidos de cultura, sexo salvaje, risas, batallas negras y espectáculos… ¡Adelante!
Por favor, seguid apoyando la comedia y la cultura en general. Suena muy manido, pero no por ello es menos cierto que sin vosotros no sería posible.
Palabras de la gran Asaari Bibang… ¡Infinitas gracias, salud, recuerdos y risas
