8 de marzo. Qué celebramos y qué reclamamos
CELEBRAR
Para mí, hay mucho que festejar, siento que la visibilidad de los casos de abuso, la visibilidad de la lucha de hoy en día, es digna de festejar por la sociedad entera. Y para mí lo que también es de festejar, probablemente tiene que ver con poder dialogar. Cuando era niña, era la única chica de toda la familia, entre hermanos y primos, casi quería ser hombre para que me dieran bola, y me peleaba con las mujeres porque siempre cocinaban y levantaban la mesa mientras todos los hombres estaban sentados, y yo me quedaba sentada y le decía a los hombres, con 8 años, porque no se levantan ustedes. Lo vivía en carne propia. Y no había mucho espacio igual, pero lo que había sobre todo era mucha ignorancia. Hoy en día se puede hablar, toda la sociedad está abierta al diálogo, o a lo mejor forzada por todo este movimiento, lo cual no me parece mal, me parece buenísimo.
DENUNCIAR / RECLAMAR
Lo que hay que seguir reclamando, para mí, tiene que ver con el Tercer Mundo, con África sobre todo, con la pobreza, con las mujeres negras. Nosotras estamos aquí hablando con esta calefacción, divinas, con trabajo… Hay que reclamar la igualdad para las mujeres en el mundo entero. Nosotras estamos acá en España, con nuestras leyes, está bien que luchemos por todo esto, pero hay que abrir el abanico, porque es mucho más grave y profundo que lo que nos pasa a nosotras.