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¿Qué es el hogar para ti?

Íñigo Guardamino: «No hago esto para escandalizar, intento no ir a lo fácil»

El dramaturgo y director Íñigo Guardamino presenta Camino largo de vuelta a casa, un viaje emocional de tres mujeres de una misma familia, interpretadas por Amparo Pamplona, Belén Ponce de León y Helena Ezquerro, que nos habla en clave de comedia negra sobre la búsqueda de ese lugar donde poder ser una misma y sentirse apoyada.

Charlamos con Guardamino sobre cómo es la trastienda de poner en pie según qué proyectos teatrales, y ahondamos en los detalles de esta nueva producción que podremos ver en el Teatro Español, del 4 de abril al 4 de mayo.

 

Foto de portada: Vanessa Rabade

“Me has pillado en ese momento idílico que tienen las parejas de follar y hablar”, me dice Íñigo Guardamino entre risas sobre cómo está viviendo el proceso de ensayos de Camino largo de vuelta a casa, “me has pillado en el momento de luna de miel”.

¿Qué es el hogar para ti? en Madrid
El director y dramaturgo Íñigo Guardamino. Foto de Vanessa Rabade.

Se le ve contento y aunque intenta restarle importancia, sé que le da pudor, le brota sin poder evitarlo. Quiere aprovechar el momento que está viviendo, el de estar programado en un teatro institucional, permitiéndole olvidarse por un tiempo de lo que es trabajar en precario poniendo en pie proyectos de guerrilla. “Cuando tienes que ser el que gestiona, quien piensa si te va a dar para pagar o quién va a recoger el material, no es lo mismo que la tranquilidad que da cuando te pagan únicamente por dirigir, sin más”. Obviamente, el ideal sería trabajar con cierta comodidad y no sufrir la precariedad extrema con la que se trabaja en otros circuitos más independientes, “estoy disfrutándolo mucho porque no sabes cuándo te puede volver a pasar”. Y si no, que se lo digan precisamente a él que, tras su paso por el CDN en 2019 con la aplaudidísima Metálica, no volvió a ser programado hasta el año pasado cuando estrenó Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo) en el Teatro Quique San Francisco.

“Normalmente la gente que hace teatro no vive de esto, salvo algunos nombres. Esta profesión es muy cruel en ese sentido, tienes que estar constantemente en activo y puede ser muy estresante. La gente se olvida de ti cuando no curras en tres o cuatro años. Y hay gente que llega a desaparecer del mapa. ¡Ojo! Hay veces que las razones de esa desaparición es ser feliz, porque dedicarse a esto es una manera muy retorcida de ser feliz”. Y es que la realidad de gran parte de nuestros creadores es muy diferente a la imagen de popularidad y alfombra roja que se nos suele vender. Precisamente, Iñigo tiene su trabajo ‘vitalicio’, el que paga las facturas, hasta las cinco de la tarde, para después poder encerrarse en el local de ensayo. “La mayoría de dramaturgos que conozco tienen otras cosas, desde vigilar aparcamientos por la noche hasta dirigir un festival -Comenta Iñigo-. Todo el mundo tiene otra cosa. Es muy difícil vivir de esto, por no decir imposible. La gente, sin embargo, tiene ese concepto lúdico de nuestra profesión, como de que no requiere esfuerzo. No piensan en la precariedad. Todavía hay mucho rollo con lo de que somos unos subvencionados. Y la realidad es que estamos hablando de que solamente un 7% de los actores viven con un salario digno. De los dramaturgos no hay estadísticas, porque no contamos”.

 

EL MICROCOSMOS INTRAFAMILIAR

El golpe de suerte de recalar en la programación del Teatro Español vino en el momento que se proclamó vencedor en el Torneo de Dramaturgia organizado por este espacio en el 2021. “Me salió esta historia y aunque tampoco tenía porqué, quise acabarla porque tenía muy clara esta saga familiar”. Y así es como nació Camino largo de vuelta a casa, donde nos cuenta la historia de tres generaciones de mujeres de una misma familia que, por circunstancias de la vida se ven obligadas a convivir en una misma casa; Filomena, una anciana de noventaytantos años, interpretada por Amparo Pamplona; Begoña, una mujer de mediana edad que trabaja de teleoperadora en un teléfono de prevención del suicidio, a la que da vida Belén Ponce de León, recientemente galardonada con el Premio de la Unión de Actores y Actrices por su papel en La madre de Frankenstein, y Luisa, la nieta interpretada por Helena Ezquerro, una muchacha que debido a la situación económica, se ve obligada a compartir piso con su madre y abuela.

“Me apetecía mucho meterme en la vida de esas tres mujeres. Quería plasmar también un poco el entendimiento generacional y el sindiós que son las familias y las relaciones intrafamiliares. La unidad familiar en general, como en esta obra, es guay para hablar de cualquier cosa, es que al final es un microcosmos social. Quería hablar un poco también de las generaciones, del edadismo. Creo que hay un intento como de enfrentar a generaciones, estoy seguro que si dos personas, de distinta ideología y edad, se sientan y empiezan a hablar de qué es lo que no les gusta de este país, o de esta sociedad, coincidirían bastante. Precisamente por eso en las guerras se prohíbe confraternizar con el enemigo, porque al final en el humano lo esencial es muy parecido en todas partes”.

 

¿Qué es el hogar para ti? en Madrid
Las actrices protagonistas de ‘Camino largo de vuelta a casa’: Amparo Pamplona, Belén Ponce de León y Helena Ezquerro. Foto Vanessa Rabade.

 

NO HAY LUGAR COMO EL HOGAR

Todo esto que suena costumbrista, pasado por el tamiz de la dramaturgia de Guardamino, provoca giros inesperados, que quienes nos declaramos fervientes admiradores de su manera de contar historias, esperamos con regocijo. Ya sean comentarios inesperados, como pinceladas de incorrección e incluso imágenes impactantes que divierten tanto como incomodan. “Me apetece mucho toda esa fricción, todas estas contradicciones y que la gente se tenga que replantear cosas. Prefiero sentirme incómodo y con ganas de quemar contenedores, a ver una obra con la que estoy completamente de acuerdo, pero que no me plantee ningún dilema. Es lo que me gustaría ver a mí, en ningún momento intento ir a lo fácil. No hago esto para escandalizar, es contar una historia de la manera más honesta posible, los giros no son gratuitos, están hechos para comprender cosas y siempre con un vuelo poético”.

En esta ocasión todas estas cuestiones las plantea abordando temas como la soledad, la incomunicación, la búsqueda de un hogar, e incluso la violencia de género o la memoria histórica, asuntos presentes y muy determinantes para lograr la conexión entre estas mujeres que, a pesar de ser familia, parecen no saber comprenderse. ¿Esto es realmente así? ¿O quizá sea que, lo que creemos que opinan sobre nosotros, tan solo es una proyección de nuestro propio prejuicio y no lo que realmente piensa quien nos mira? “Al final las tres están en distintos momentos vitales, están perdidas, y no saben mucho qué hacer con su vida. Tienen esa dinámica de que cuando se relajan y no adoptan roles están bien, porque se quieren, pero cuando impostan roles, todo se cae. La abuela, por ejemplo, es una mujer que no está acostumbrada a dar cariño. O sea, está toda su vida queriendo muchísimo, es la típica que, si queda solamente un mendrugo se lo da a su hija, pero no es capaz de decir te quiero. Y eso se nota mucho en la forma de relacionarse”.

La función habla de cómo volver a encontrarse, de hallar esa casa que las acoja y mitigue el dolor. Pero, ¿cuál es el significado de casa que ha querido plantear el autor? “Al final casa es ese sitio donde pertenecer, donde estás bien, un hogar conformado por gente que suma y que, con sus limitaciones, te ama. En este caso coincide con la familia biológica, pero es ese sitio donde puedes ser tú mismo. El hogar entendido como lo que decían los ingleses, ‘dónde está el corazón’, donde tú estás. Es difícil de definir, pero es ese instante en el que dices ‘No estaría en ningún otro sitio’”.

Y yo, tras finalizar mi charla con Guardamino, me quedo con la sensación que en estos momentos él ha hallado ese ‘hogar’ del que habla. “Estoy aprovechando porque nunca sabes cuándo podrás hacer otra obra. Estoy intentando ser consciente de la gozada que es esto”. De momento volveremos a saber de él en la nueva edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, donde participa como coautor de Cassandra o el elogio del fracaso.

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