No Kahlo es canibalista. Comió la oreja derecha de Van Gogh.
No Kahlo es cleptomaníaca. Robó las rosas de Santa Isabel para adornar los cabellos de Frida.
No Kahlo es contra-hegemónica. Se arrancó el bigote de Dali para hacer la peluca de Barloff.
No Kahlo es inconforme. Abrió la zanja de Shakespeare para desenterrar la calavera de Yorick.
No Kahlo es amante. Sus creaciones son ejercicios espirituales.
No Kahlo es iconoclasta. Sustrae un clavo a la cruz y lo predicó en la guía telefónica.
No Kahlo es la acción de desdoblarse en infinitas mujeres.
No Kahlo está de esperanzas y quiere parir un tigre que devore Shakespeare, Brecht, Van Gogh, Artaud, Cicciolina, Rivera, Abu-lughod, Heiner Müller, Monet, Foucault, Fassbinder, Ed Wood, Gauguin, Stanislavski, Beckett, Frida, Cesariny , Beethoven, Fernando Pessoa y más los planetas desiertos, que también mandan cosas, para digerirlos y escupir en la caja negra.
A partir de la noción de ‘cuento-sueño’, del universo non-sense y del mundo onírico creado por Lewis Carrol en Alicia en el País de las Maravillas, No Kahlo recrea a Alice no como una sucesión de eventos, pero como una historia que se sumerge en el universo surrealista, del realismo mágico latinoamericano, biográfico y artístico de la pintora mexicana Frida Kahlo.
El espectáculo se destaca por ser multilingüe (habla en Español, Inglés, Portugués Y Francés).