Fotos: Vanessa Rábade
¿Qué emerge cuando se excava la tierra de otro tiempo? Entre 1874 y 1879 fue realizada la construcción del Dique de la Campana de Ferrol. El que, en su momento, era el más grande del mundo. La historia recuperada suma a 200 mujeres que excavaron 245,000 metros cúbicos de tierra y piedras y los transportaron en cestos sobre sus cabezas. Las llamaban ‘las estibadoras’ y, por el mismo trabajo, cobraban menos que los hombres. Un hecho que demuestra cómo la inequidad ha trazado los contrapuntos de nuestra historia.
Tras siglo y medio del inicio de la construcción del dique, Nova Galega de Danza ha reunido un equipo conformado únicamente por mujeres para contar lo que sucedió de una manera diferente a la conocida. Bajo la dirección escénica de Marta Pazos, la pieza es un homenaje a aquella gesta por medio de colores, texturas y contrastes; las imágenes impactan, hay resistencia y fuerza, pero afloran, también, la delicadeza y lo ligero. Los cuerpos se iluminan y nos alumbran la mirada. Entre la danza tradicional gallega y la contemporánea, aspectos telúricos acompañan las escenas. Hay cuerpos y pesadas piedras, detención y movimiento. El dique separa, contiene y resiste el avance del agua; la memoria y la danza unen y permiten el curso del pensamiento y las emociones.
Las huellas sobre la tierra dan cuenta de nuestro pasado y nuestras injusticias. El peso de aquellas piedras acumuladas y sostenidas por la fuerza de las mujeres viene hasta nuestros ojos. Con el ímpetu de la libertad, Dique presenta imágenes que cifran los hechos para dar sitio en el presente a la resiliencia de las mujeres. De la solidaridad al renacimiento se disuelve el olvido y aparece una nueva forma de mirar la historia.




