8 de marzo. Qué celebramos y qué reclamamos
CELEBRAR
Hablo desde mi ámbito, la autoría teatral. He visto cómo, en los últimos años, algunos teatros públicos, productores y directores han tomado conciencia del escándalo. (Y es que la desigualdad de género, en un país europeo en el año 2018, no es otra cosa que un escándalo) y han tratado – tratan – de abordarlo buscando un mayor equilibrio en sus apuestas y programaciones. Se ha avanzado en la sensibilización, creo que si hoy se realizase un reportaje sobre autores, y todos ellos fuesen hombres, mucha gente se sentiría estafada, mientras que hace dos, tres años sólo algunas personas lo hubiesen señalado.
DENUNCIAR / RECLAMAR
A las mujeres que no alcanzan el “éxito”, se les dice que el sistema es igualitario y que el fracaso se debe a que no tienen talento suficiente. Se les dice: «rige la ley del más fuerte, podréis abriros paso siendo excelentes, trabajando más y mejor». Cuando finalmente, y gracias a su esfuerzo, lo logran pese a todo y son reconocidas, aún deben escuchar que ese éxito se le ha regalado, que es moda, que se está favoreciendo a las mujeres por el hecho de serlo. Pensemos por un momento en el grado de crueldad e injusticia que estos juicios encierran. Roza lo insoportable. Hay que reclamar autocrítica porque todos nos hemos formado en un sistema machista, ninguno de nosotros escapa del todo.