8 de marzo. Qué celebramos y qué reclamamos
CELEBRAR
Reflexiono desde Paso a 2, un proyecto con más de 30 años de experiencia, con un equipo que desde siempre ha sido mayoritariamente de mujeres. Esta situación no se ha producido por elección consciente (han formado parte de nuestro equipo algunos hombres maravillosos durante muchos años), si no por un proceso gradual de afinidad. Nuestro equipo ha aumentado durante estos últimos años a través de ofrecer oportunidades de crecimiento profesional, muy de acuerdo con el proyecto de Paso a 2 y del Certamen Coreográfico de Madrid. Creemos en la necesidad de alimentar el potencial de los creadores, de las personas. Esta base, y nuestra manera de trabajar, tienen mucho que ver con capacidades que las mujeres saben reconocer y desarrollar. La gratificación de ver los resultados es un motor potente.
Desde este lugar hay que celebrar la persistencia de las mujeres, su capacidad para trabajar en equipo de manera efectiva y empática. Celebro la capacidad de escucha y de trabajar sin perder de vista los objetivos a largo plazo. También un sentido de lo práctico para tener en cuenta el trabajo real que hay que hacer y no dejarse distraer por los conflictos que generan los egos necesitados.
Celebro también que se rompen las barreras del miedo y la intimidación. Es un primer paso importante.
DENUNCIAR / RECLAMAR
Reconozco que la entrega a un proyecto durante tantos años tiene algo que ver con la capacidad de las mujeres para luchar con enorme tenacidad en defensa de sus creencias, incluso cuando va en contra de nuestros bolsillos. Es un defecto que hemos de corregir. No me refiero a la pasión a favor de la cultura. Hablo de la necesidad de plantarnos para reclamar un reconocimiento justo, en lo económico y social.
Reclamo que se reconozca que la capacidad de dialogar no es una señal de debilidad. ¿Durante cuántas reuniones hemos soportado discursos autoritarios, condescendientes y paternalistas (por parte de hombres y mujeres) porque el patrón del poder lleva tanto tiempo torcido? Es hora de romper este molde.
No podemos relajarnos pensando que hemos conseguido tanto en materia de derechos. Tener que hablar de ello todavía confirma de nuevo que la igualdad muchas veces es meramente cosmética.