Carmelo Gómez se reunió con periodistas el pasado martes 16 de noviembre en el Teatro de La Abadía para presentar el regreso de A vueltas con Lorca en un ambiente íntimo y familiar cargado de poesía.
Una fiesta poética alrededor de Lorca
Por Javier López
A vueltas con Lorca vuelve a las tablas el 18 de noviembre en La Sala Juan de la Cruz en el Teatro de La Abadía, una historia que el actor resume como “un mundo de asociaciones” que nace en las fuentes de Granada, y después de toda una vida a través del río, finalmente, muere en la fuerza inquebrantable del mar.
El encuentro ya presagiaba que el viaje que hace Carmelo sería especial; empezó recitando a Lorca durante unos segundos como si de un aperitivo se tratase y nos dejó -cómo no- con ganas del plato principal. Hizo un recorrido especial contando anécdotas, vivencias y experiencias personales que, en más de una ocasión, provocaron alguna media sonrisa entre los asistentes.
Vida y obra de un artista único
La idea de este proyecto nace varios años atrás, cuando Carmelo comienza a investigar al poeta granadino gracias a unos talleres docentes que estaba impartiendo. Lo que surge como un recital poético, pronto se transforma en una dramaturgia a través de su vida y descubre cómo en el caso de Federico no funciona separar vida y obra porque no se entiende la una sin la otra.
Esta historia se centra mucho en las mujeres de su obra porque fueron mujeres quienes marcaron realmente su vida. En esta “fiesta poética” Carmelo rememora el universo y los símbolos de un artista que se acercó a la cultura popular y tuvo sus grandes influencias en escritores como Góngora, Lope de Vega o Rubén Darío.
Poner música al viaje
El agua del río que une este paseo a través de los versos es la melodía del pianista Mikhail Studyonov. El músico acompaña a Carmelo en un viaje que empezó hace ya tres años y que ha tenido una gran evolución. Actuar en tiempos de pandemia fue una piedra más de este largo camino, pero Carmelo recuerda con cierta felicidad una tarde lluviosa en Valencia -con tan solo el 50% del aforo permitido- cómo la gente hacía cola en la taquilla por “conocer” a Lorca.
Ahora que parece que la pandemia va quedando poco a poco atrás, el actor admite un notable cambio en el tipo de público que va al teatro. Aunque se estén llenando las butacas y la gente tenga más ganas de contacto que nunca, no hay toses entre los espectadores porque no hay gente mayor.
Indudablemente, de un viaje tan largo, siempre se sacan experiencias mejores y peores, y es por eso por lo que el leonés ha asegurado que no tiene intención alguna de volver al cine. En un momento actual, donde estamos frecuentemente golpeados por una agitación social y política tan frenética, ha encontrado en el teatro y en la poesía un bálsamo para la vida.
Y si una cosa está clara, es que Lorca reconforta porque no hay nada casual en su vida. Él dijo que nunca haría caso al destino y es, precisamente, esa fuerza del destino la que le conduce al lugar donde le matan el 18 de agosto de 1936, cinco años después de que terminara de escribir Así que pasen cinco años.
Carmelo Gómez nos habla del proyecto que ahora aterriza en el Teatro de La Abadía: