¿Cómo te definirías a ti misma a estas alturas del show, Vanessa Valero?

Creo que a estas alturas cada día me tomo menos en serio cualquier cosa, incluida a mí misma. Desde hace muchos años intento ponerme a prueba y jugar con cosas que a priori me hubiesen dado mucha vergüenza, pero el atreverme a hacerlas me da paz.

 

¿Y cómo explicarías tu estilo de comedia?

Pues mira, me gustan las palabras trash, alternativa, underground y tontísima, por supuesto. (Risas). Intento encontrar la manera de saltarme las normas y busco que la gente se sienta como con sus colegas: en el sofá de casa contándose historias.

 

Pregunta ineludible: ¿quiénes son tus referentes del ‘stand up’, de aquí o allá?

Tengo varias referentes, pero las primeras justamente no hacen ‘stand up’: Juana Molina, argentina que solo estuvo activa unos cinco años como humorista y después se dedicó a la música; una artista maravillosa. Judit Martín: es de Barcelona y lleva más de 25 años haciendo impro y trabajando como actriz en la tele y el teatro. Es una referente y encima tengo la suerte de conocerla. Ignatius Farray: creo que es la persona que varias veces me hizo sentir -viéndole actuar- que todo puede romperse y eso puede ser mucho más interesante ¡y salir bien! Xavi Daura que, además de ser mi pareja, es la persona que más me hace reír encima de un escenario; ¡y fuera también! Además, lo tomo como referente en cómo llevar este trabajo profesionalmente, ya que lleva más de 15 años dedicándose a la comedia, haciendo lo que le gusta y sin venderse a cosas que no le definen.

 

¿Y cómo empezó todo, Vanessa? ¿Recuerdas la primera vez (en escena) o algún pinchazo glorioso (no del coche del que luego te preguntaré)?

¡Pues claro que lo recuerdo! La primera vez que me subí a hacer ‘stand up’ fue en 2017 en un bar de Barcelona en el que una amiga mía organizó un show improvisado que se sacó de la manga para poder pagar el alquiler de su piso ese mes. Ella me propuso presentarla y salir a mitad a hablar… Yo ni siquiera sabía que a eso se le llamaba stand up y le pregunté: “¿Qué digo?”. Y ella me respondió: «Cuenta las cosas que nos cuentas a las amigas, pero a todo el público”. Y eso hice. ¡Fue increíble! De las mejores sensaciones que he tenido nunca: ver a mucha gente riéndose de mis historias.

 

¿Por qué ir a ver tus espectáculos? ¿Cómo es el ciclón ‘Lokiu’?

Porque si te gusta la comedia y huyes de situaciones en las que la gente va con un palo en el culo, mi show seguramente te va a gustar.

 

 

Ahora lanzo un test raudo… ¡Vamos!

-La cultura para ti es: Lo que me da felicidad, alegría y me mantiene imaginativa.

-Las redes sociales son: Como ir al casino: a veces puede salir bien, pero la mayoría de veces solo traen quebraderos de cabeza.

-Stand up comedy: Está muy guay, pero también es un poco secta.

-Grotshow: Es ir a la feria con tus amigos.

-Festival Cruilla: Ha ido cambiando mucho.

-La Ruina: Dos referentes, y dos amigos, haciendo lo que les gusta, y gente valorándolo.

-Un lugar en la vida para reír a carcajadas: Cualquier banco de la calle.

 

Vuelta a las preguntas sin límite. Un clásico, mi mantra en RNE y otros medios, como Godot… ¿Vivimos una edad de oro del ‘stand up’, los podcasts de humor, la escena cómica, los ‘late nights’?

No me atrevería a llamarla edad de oro aquí. Para mí, de oro sería poder crear algo tipo SNL, que cambió por completo la manera de tomarse las cosas en todo un país. ¿Qué narices? ¡En todo el mundo! Creo que aquí hay muchas opciones, pero ninguna de ellas es tan potente. De hecho, creo que hace años teníamos muchos más programas de humor y de sketches con Cruz y Raya, Martes y 13, La hora chanante… que ahora no tenemos. Parece que hay mucho interés en que haya cada vez más humor, pero la realidad es que las oportunidades están bastante envenenadas: si no partes de tener una base con muchos seguidores o así es muy difícil estar en esa rueda. Siento que hay mucha gente trabajando haciendo comedia simplemente porque se lleva.

 

Llegó el momento… ¡Viva Seinfeld! ¡Viva tu Seinfeld! ¿Qué ha supuesto tu parodia viral del Comedians in car getting coffee? Uniendo dos pasiones: el motor y humor. Por ahí han pasado nombres propios de nuestro ‘stand up’… ¿Subirías a Seinfeld? ¿Puedo pasarme un día? Me encantan el café, las risas, los viajes y la comedia… ¡Enhorabuena!

Me encantaría. El caso es que mi ‘car’ es antiguo y resulta que no lo puedo meter en Madrid (risas). Para mí, esta serie significa muchas cosas, hacerla me da mucha felicidad y ver que a la gente le gusta es lo más bonito porque detrás le pongo mucha ilusión. Sí subiría a Seinfeld en el coche porque sería cerrar el círculo de una manera muy loca, pero con las barbaridades que ha ido diciendo últimamente… seguro que yo buscaría la manera de poder ridiculizarle y evidenciar en lo que se ha convertido. Se me ocurre que lo haría explotar dentro de mi coche, por ejemplo.

 

¿Alguna cuestión que te parezca ignominioso que se me olvide preguntarte?

Creo que no… (risas).

 

Premisa y remate final… ¿Un mensaje para la posteridad desde Godot?

Gracias por hacer las cosas con cariño.

 

¡Gracias y viva la comedia! ¡Gracias y enhorabuena, Vanessa Valero Lokiu!

 

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