«Pase lo que pase, pongo un pie en el escenario y estoy feliz»
Patricia Espejo (Valencia, 1982) es una de las cómicas más laureadas del momento. Desprende naturalidad -micro o no mediante- e invita a la risa sin filtros, actitud que le viene de familia. Confiesa que entró en contacto con la comedia desde que tuvo uso de razón y, profesionalmente, tomó la decisión de vivir por y para el humor tras hacer un curso de monólogos en su ciudad. La valenciana lleva ya muchos años de carretera y nos atiende en Madrid en medio de una agenda intensa -mudanza incluida- con bolos por toda España. El próximo en nuestra ciudad será el día 16 en el Palacio de la Prensa.
Y sí, en la entrevista mencionamos templos cómicos como Estirando el chicle, Comedy Central o Late Motiv. Por todos y muchos más ha pasado la gran Patricia Espejo… ¡Bienvenida a Godot!
Patricia Espejo
Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Quién es Patricia Espejo a estas alturas del espectáculo?
Tengo que pensar muchísimo esto… (Risas). Soy una cómica que lleva detrás mucho bagaje. Una cómica que ama la comedia: que es su vida, básicamente.
¿En qué momento surge la llama de «la commedia», que diría Ignatius?
Creo que siempre la he tenido. Ya no la llama de la comedia, sino de la risa. He sido una persona que desde pequeña he sacado el humor a todo porque vengo de una familia que son también así. Ya es un problema psicológico para no enfrentarte a la vida real (Risas). La comedia me ha servido para la vida. En mi familia somos de llevarlo todo al humor, pero a veces cosas muy fuertes. Y yo creo que la primera vez que tuve contacto con la comedia es ¡desde que tuve uso de razón! Era muy divertida, pero vengo de una generación casi sin referentes femeninos. Nadie me podía ver como una cómica: no existía esa opción. Hubo un momento de mi vida, por una crisis laboral y personal, en que tenía que hacer algo, pero no sabía qué. Y recuerdo una tarde que se me hacía eterna y busqué en Internet cosas para hacer. Mi compañera de piso me dijo que había cursos en el Ayuntamiento de Valencia y vi uno de guion y de monólogos, al lado de mi casa… Entonces dije: «¡Aquí tiene que haber cada colgado! ¡Y efectivamente!» (Risas). Eran cursos gratis. Guion de monólogos es lo que hice yo. Y una vez allí sí que descubrí que tenía cierto don que iba más allá de ser un tía divertida en el instituto; y me di cuenta de que me encantaba. Hice un monólogo sobre el paro y en ese momento pensé: «Esto es lo mío». No sé si me voy a ganar la vida así, pero lo voy a hacer. Desde entonces hasta hoy, el proceso es largo, con crisis, incertidumbre, alegría, tristeza. ¡Tú ve haciendo lo que te nazca, lo que te apetezca, y la vida te irá poniendo en tu sitio!
Aunque lo intuimos, ¿qué significa el humor para ti?
Pues últimamente tengo poco humor. El otro día antes de salir a un escenario estaba llorando en casa, de bajón, con la regla, por ciertas circunstancias personales, tapada en la cama hasta arriba… Pero me cambié para actuar y fue poner el pie en el escenario y estar feliz. En el escenario tienes que estar presente; y en el presente no hay tristeza. Es terapia.
¿Cómo definirías tus shows, tu ‘stand up comedy’?
Mucha risa. La gente se divierte mucho, por lo que me dicen. Pero también quiero que te haga pensar y te sorprenda. La gente se ríe, se divierte, me lo agradecen. Creo que es algo muy terapéutico. El 90% de la gente que viene a verme me envía mensajes, me esperan luego en la puerta, me dan las gracias. ¡Y es al revés! Gracias a la gente por dejarme hacer esto.
¿Dónde podemos verte próximamente, Patricia?
En el Palacio de la Prensa voy a estar una vez al mes: lo próximo, el 16 de diciembre con mi show. Luego, el 19 de diciembre estoy en La Rambleta de Valencia y, más adelante, por Sevilla, Zaragoza, Murcia, Alicante… Viene bien el año.
Pregunta ineludible: ¿qué es para ti (y para la comedia) un tótem como Estirando el chicle?
¡Ha sido una revolución bestial! A nivel de comedia de chicas, es lo que más lo ha petado en los últimos tiempos. Estoy muy agradecida porque me hayan dejado formar parte de este fenómeno. Nunca he visto algo así ni en chicas ni en chicos, ese fanatismo de colas, gente llorando, esos mensajes… ¡Eso que me llevo!
¿Quiénes son tus referentes en el mundo de la comedia?
Pues referentes mujeres, desgraciadamente, tengo pocas porque no había casi. Ahora las chicas que vienen a verme me dicen que se han sentido muy identificadas conmigo. No sé, Jorge. ¡Me encantan Raúl Cimas, Javier Cansado, Ilustres Ignorantes! Entre las chicas tengo referentes a nivel laboral. ¡No me quiero ni imaginar cómo vivieron las cómicas hace años!
La cultura es para ti…
Crecimiento absoluto de la gente. Algo esencial. Sin cultura la gente no puede crecer.
Las redes sociales son…
Promoción, pero también una trampa total. Un arma de doble filo, una mentira absoluta, ilusoria. Mucha gente se deprime viendo las redes. Es peligroso también.
Voy con varios conceptos unidos a ti. ¡Un test raudo para ti, Patricia!
-‘Stand up comedy’: Naturalidad, personalidad, rapidez.
–Late Motiv con Buenafuente: Referente.
–Comedy Central: Nido de cómicos. El nacimiento de cómicos españoles.
-Phi Beta Lambda: El nacimiento de cómicos locales que no conocías. Y libertad. Lo bueno es que nadie miraba un guion. Y eso para un cómico de ‘stand up’ es perfecto.
-Las Patricias: Un muy buen pódcast.
-Valencia: Mi hogar. Mi punto de partida. Mi sede.
-Un lugar o contexto para reír a carcajadas: Con los amigos de toda la vida.
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.
Renacimiento, de Kase.O.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntarte, Patricia?
Nada. ¡Para nada! Lo típico que me preguntan es sobre mis próximos proyectos, que son los que estoy haciendo. Trabajar, el teatro, voy a sacar un nuevo podcast en el que soy yo con una psicóloga, como si fuera una sesión de terapia. Y entonces se saca cualquier tema, que es la excusa para hablar de eso. De psicología y humor. Es que me mola mucho la psicología y de humor había muchos podcasts ya…
¿Un mensaje para la posteridad a los lectores de Godot?
¡Venid a verme! (Risas).
¡Mil gracias, abrazos y viva la comedia!