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De risas con… Almu Lasacre

“No le deis a nadie la potestad de robaros el gozo”

Almu Lasacre (Malabo, Guinea Ecuatorial, 1985) es «cómica profesional, podcaster, creadora de contenido» y, además, uno de los nombres emergentes de la escena. Con su humor ácido y absurdo, la invitada conquista salas por doquier, como La Chocita del Loro o el Teatro de las Aguas de Madrid. «No le deis a nadie la potestad de robaros el gozo. Es de lo poco en esta vida sobre lo que tenemos elección», afirma esta artista versátil y reflexiva. Y, si bien once de cada diez médicos recomendarían El monólogo de Almu Lasacre, he aquí -para empezar- este diálogo sobre la comedia, la que cura heridas inimaginables. ¡Bienvenida a Godot!

 

Cómo te definirías a estas alturas del show, Almu?

Cómica profesional, podcaster, creadora de contenido… Hay que ponerle nombre oficial a todo lo que haces, supongo. Las dos últimas facetas llegaron solas. Quería estar más cerca de ese público que querría acceder a mis shows, pero se ve limitado por la distancia.

 

¿Recuerdas en qué momento pensaste o dijiste: «Familia, quiero ser artista»?

En mi caso, no sucedió así exactamente. Siento lo poético de la frase, pero en mi caso las letras corren por mis venas. Mi padre era artista. Destacaba en muchas facetas, pintaba… pero, sobre todas las cosas, era escritor. Poeta, para ser exactos. En las letras es donde mi mente halla descanso… Siempre he escrito para mí, para sentirme mejor. Cuando decidí hacer algo con esta faceta, en realidad buscaba un curso de guion. La comedia -como consumidora de ella- me había acompañado siempre, sobre todo en las etapas más oscuras de mi vida. Me recuerdo a mí misma de adolescente junto a los pósters de los Backstreet Boys, llevando en la carpeta fotos de Javier Veiga. (Risas). Tropecé casi de casualidad con el curso de escritura de monólogos que impartía Raúl Massana en La Escuela de Artes de la Comedia y, simplemente, me acordé de lo mucho que amaba el género y que estaría bien entre tanta oscuridad -en plena pandemia, amén de otros dramas personales- buscar algo de luz en la risa.

 

¿Y cómo fue la primera vez… en escena? Me consta que llevas unos 2-3 años y ya empiezas a crear un nombre propio, con una manera de contar muy genuina.

¿Solo dos? Los he tenido que repasar. (Risas). Creo que en el show business pasa como en el Gran Hermano: los sentimientos se magnifican. Los acabo de sentir como años de perro. Efectivamente, salvo error, en marzo de 2024 haría mi tercer año en comedia desde aquella primera vez. Y me han pasado tantas cosas y tan rápido que creo que, por eso, tengo la sensación de llevar aquí eones… Pues la primera vez creo que llevaba los nervios que llevamos todos. Solo recuerdo que tenía ganas de salir. Hicimos dos pases y debo decir que, para ser la primera vez, no fue nefasto el resultado; y sabemos bien que tiene su mérito. Me gustó la sensación de poder exponer algo que salía de mi puño y letra. Hasta entonces, todo lo que había escrito solo se quedaba en una libreta, encerrado en mi caja de recuerdos. Me sentí bien.

 

¿Referentes de aquí y allá?

De aquí hay muchos y muchas. Me recuerdo hace días embobada delante de la tele viendo el especial de Nochevieja de La Sexta con Leo Harlem: me quedé en trance. La técnica, la rapidez del monólogo, la ejecución… Parecía una banda sinfónica. Cómico o cómica que veo, cómico o cómica de quien aprendo. Me gusta mucho lo que hace Luis Álvaro: me parece de lo más brillante que he visto. Bianca Kovacs, Coria Castillo o el gran contador de historias Lamine Thior. Pero, con diferencia, para mí la que llevo en el corazón, la que me hace ver que sí que se puede con mayúsculas, es Asaari Bibang.

Y de allá… tengo residencia fija a los pies de Shazia Mirza;  mi diva con mayúsculas es Tiffany Haddish; me flipan Wanda Sykes o Gina Yashere… Amo la ejecución y lo ameno de las intervenciones de Kevin Hart o la solidez y seguridad en los monólogos de Trevor Noah.

 

 

¿Algún pinchazo épico en algún bolo?

Uf… de los que escuecen: teatro en silencio y tú sin levantar aquello ni con una grúa (risas). Sí, hace milenios que no experimento semejante cosa, pero sí. Recuerdo uno en concreto, era en otra ciudad: llevaba varias noches sin dormir por problemas personales; bueno, toda esa maleta que llevas detrás que en el escenario no se ve. Me mantenía en pie solo Dios sabe por qué… Se encendieron las luces y se me olvidó el texto… Un día malo de oficina. (Risas). La diferencia es que, en este caso, tus errores están expuestos; son momentos difíciles, pero necesarios. Estuvo bien, conocí mi fondo y le perdí el miedo.

 

¿Cómo es el humor de Almu Lasacre y dónde verte en acción?

Lo calificaría de ácido. Absurdo en muchos puntos, pero sobre todo ácido. Busco el punto de vista más hilarante posible a mis experiencias más trágicas, sin entrar en el humor negro. Busco reír la verdad, que muchas veces es dolorosa, pero verdad al fin. Río mis experiencias como ciudadana de este mundo, como madre, como madre que no duerme… ¡Socorro! Actualmente, tengo show permanente en La Chocita del Loro, en el Teatro de las Aguas de Madrid y actúo una vez al mes en la sala Platea Café Teatro de Rivas.

 

¿Y dónde seguir tus pasos? Las redes y esas cosas. La ‘promosió’…

Pero en redes, ¿eh? Que por la calle me da miedo (risas). En las redes sociales (Instagram, TikTok, Facebook, Threads, YouTube, Spotify), soy @almulasacre. Además, en mi página web, www.almulasacre.com, aparece actualizado mi listado completo mensual de actuaciones.

 

Ahora lanzo un test corto y al pie. Respuestas de una línea o palabra…

-Stand up comedy… Mi ‘crush’.

-La cultura es para Almu Lasacre… Parte fundamental de nuestro desarrollo como personas. Es el legado principal que me dejaron mis padres.

-Las redes sociales… Trabajo.

-El monólogo de Almu LasacreSoy yo.

-Teatro de las Aguas… Trabajo.

-La Chocita del Loro… Trabajo y formación. Es el lugar que me ha permitido desarrollarme libremente hasta adquirir la solidez en el escenario que tengo ahora. Les estoy muy agradecida.

-El Club de la Comedia… Referentes. Me emocioné hace poco al ver a Javier Veiga en una entrevista. Si supieran lo que significan para mí los y las profesionales del humor… ¡Curan heridas que ni se imaginan!

-Open Mic… Formación.

-La inspiración… Mamá.

-Racismo… Me acaban de rechinar los dientes (risas). ¡Paso palabra!

-Un lugar para reír a carcajadas… Mi show. Y si no puedes venir, mis ‘stories’ de Instagram son garantía de éxito.

 

Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.

Cuando quiero descansar la mente, opto por los años 90. Bien de explosión, tiros y sangre, mucha sangre. Tarantino nunca defrauda.

 

¿Un mensaje para la posteridad a los lectores de Godot?

Jamás dejéis de reír. No le deis a nadie la potestad de robaros el gozo. Es de lo poco en esta vida sobre lo que tenemos elección.

 

¡Infinitas gracias, salud, cultura y risas, Almu!

 

Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí

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