Ir al contenido
REVISTA ONLINE
  • Revista Online
  • Cartelera teatro Madrid
  • Centros de formación
  • Premios Godot
  • Revista Online
  • Cartelera teatro Madrid
  • Centros de formación
  • Premios Godot
X-twitter Facebook Instagram Tiktok
  • Actualidad
  • Reportajes
  • Entrevistas
  • Cartelera Teatro Madrid
    • Cartelera
    • Ranking semanal
    • Ranking temporada 25/26
    • Obras más votadas
    • Guía de espectáculos de Danza
  • icono de la web de Festivales de Revista Godot
  • Formación
    • Noticias de Formación
    • Centros de Formación
  • Opinión
  • Más godot
    • más cultura
    • Concursos
    • Revista Online
    • Premios Godot
    • Sobre nosotros
    • Contacto
    • Aviso legal / Política de Privacidad
    • POLÍTICA DE COOKIES

Conociendo a Lorca desde Federico

  • septiembre 4, 2025
Por José Antonio Alba

"Lo que hemos contado es a un Federico que intenta hacer las paces con Lorca."

¿Qué ocurre cuando Lorca deja de ser un mito y se convierte en carne, fragilidad y contradicción? Jesús Torres, explora estas cuestiones desde Poeta (perdido) en Nueva York, reflexionando sobre el legado de Federico García Lorca, la madurez de la compañía El Aedo Teatro y el valor del activismo cultural en una sociedad que a menudo olvida a sus referentes.

Conversamos con Torres sobre este espectáculo que abre la nueva temporada del Teatro Fernán Gomez CCV, del 11 de septiembre al 18 de octubre.

Se podría decir que el camino de El Aedo Teatro, la compañía creada por Jesús Torres, ha estado marcada por una obra: Puños de harina. Un monólogo que, desde su estreno en 2018, tras más de 250 representaciones, se ha convertido en carta de presentación para la compañía y en su seña de identidad. “La sombra de Puños de harina es muy larga», confiesa Torres. Hace dos años, la compañía intentó un camino diferente con El monstruo de White Roses, un thriller escrito y dirigido por Torres; la reacción de los programadores fue contundente y concluyente: «Me echaron la bronca», admite el creador. «Me decían que eso no era El Aedo, que me había equivocado». Aquella experiencia le hizo reflexionar y comprender la importancia de asentar una personalidad que identifique a la compañía, especialmente en el contexto de un teatro comprometido «en valores, con contenido LGTBIQ+ y social». Así que, podría decirse que Poeta (perdido) en Nueva York es, en muchos sentidos, una reafirmación de la identidad de la compañía. Dos ejemplos nos dan un claro enfoque sobre esta afirmación: Antes de su llegada al Teatro Fernán Gómez, la obra se estrenó en Londres en 2023 y pasó por Rumanía -junto con Puños de harina-. En ambos lugares, la recepción fue significativa. En Londres, para dar contexto al público, al final de la función se proyectó un mensaje que decía: “Federico vuelve a España y en 1936 es asesinado por rojo y maricón.” La reacción fue unánime: “un ‘fuck’ colectivo e inesperado, que acabó con una ovación emocionada”. En Rumanía, sin embargo, parte del público abandonó la sala en mitad de la representación al ver que era una obra de temática LGTBIQ+. Una chica le dio las gracias al final de la función, asegurando que era «la primera obra LGTBIQ+ en ese teatro». Y es que, aunque Torres rechaza definirse como activista: “Respeto mucho a quienes lo son de verdad, quienes ponen su cuerpo”, reconoce que “hacer Cultura es hacer activismo”. En esta ocasión, poniendo la figura de Federico García Lorca en el centro, desde un ángulo inexplorado: el del joven vulnerable, el poeta en crisis, el hombre que se nos descubre a través de cartas, versos y contradicciones y que, de alguna manera, conectó con el Jesús Torres adolescente. “Cuando yo tenía 17 años encontré a Federico. En la edad en la que lo necesité, me ofreció una forma de ser gay diferente a la que veía en televisión, era posible tener sensibilidad y ser brillante”.

 

EL ‘OMEGA’ QUE LO CAMBIÓ TODO

La génesis de Poeta (perdido) en Nueva York tiene mucho de serendipia. Un día, paseando en bicicleta, el algoritmo de Spotify -en una de las pocas veces que le da por romper la burbuja de ‘preferencias’ en la que nos tiene encarcelados- le puso delante a Jesús el disco Omega de Enrique Morente y Lagartija Nick. La Aurora sonó en sus auriculares y algo hizo clic. «Fue de esos días en los que te vas a la cama diciendo: ‘hoy ha pasado algo'». Y lo que sucedió fue que acababa de encontrar el germen de Poeta (perdido) en Nueva York. Una travesía que va más allá de la poesía, presentándonos a un Federico que rompe con el «mártir» o el «genio tradicional» que la historia nos ha legado.

Torres propone una relectura emocional de Lorca a través de su poesía -no solo de Poeta en Nueva York, también de El público y otras obras-, y las cartas personales que escribió durante su estancia en Nueva York en 1929, cuando el poeta granadino se encontraba en un abismo existencial. “Siempre hablamos de Lorca como mártir, por cómo murió, pero nunca nos hemos detenido a observar al Federico que todavía no sabe que va a morir”, explica Torres. En esas cartas encontró a dos Federicos: “Hay un joven que miente a su madre para no preocuparla, que juega a ser feliz, contándole que está fenomenal, aprendiendo inglés y conociendo a muchas chicas; cuando está roto por dentro y confiesa a un amigo que estaba solo, abandonado de sí mismo, al borde de la muerte. Ese es el Federico que me interesa”.

La dramaturgia del espectáculo se nutre de estas cartas. Cada escena comienza con una misiva que el público conoce en su versión original, seguida por la recreación escénica de lo que realmente sucede: contradicciones entre la apariencia y la verdad. “Hay algo muy humano en mentir por no preocupar a quienes te quieren. Todos hemos hecho eso alguna vez”, dice Torres. Este juego de espejos es un paralelismo con la manera en la que hoy nos contamos en redes sociales. La madre de Federico le regala una cámara fotográfica, para que le muestre ese Nueva York que su hijo relata, él hace fotos, pero “una foto no representa lo que siente, y entonces empieza a escribir”. Esta dicotomía entre la imagen y la palabra acaba convirtiéndose en el hilo conductor.

 

 

LORCA Y LA SALUD MENTAL

A través de esa tensión entre imagen y palabra, el espectáculo logra hablar de salud mental, identidad sexual, y la necesidad de representarnos fielmente. El espectáculo aborda la «gran depresión» y la «frustración» que Federico pudo haber sentido en Nueva York. «Estaba tonteando con el suicidio y eso nunca lo hemos hablado», afirma el creador.

Sin pretender actualizar a Lorca, la propuesta dialoga profundamente con el presente, en un momento en el que la salud mental ocupa un espacio central en el debate público. Para Torres, es crucial hacer esta revisión, ver que los grandes referentes culturales también son personas como nosotros. «Al final, lo que hemos contado es a un Federico que intenta hacer las paces con Lorca, el genio que todo el mundo conoce, y con Federico, el hombre que siente que nadie quiere conocer». Un Lorca fragmentado, que intenta reconciliarse consigo mismo y que, al final, vuelve “envuelto en papel de regalo”, como él mismo escribió. “Nosotros no bajamos a Lorca del pedestal para desmitificarlo, sino para humanizarlo. No queremos un mártir. Queremos un Federico que ríe, que llora, que duda. Que se equivoca”.

 

UN ENGRANAJE ESCÉNICO INMERSIVO Y MILIMÉTRICO

El trabajo escénico es una pieza clave del montaje. Con diseño de Juanjo González, la escenografía se basa en una emblemática fotografía de Lorca junto al reloj solar de la Universidad de Columbia. A partir de esta imagen, surge un artefacto giratorio que se convierte en metáfora del tránsito emocional del poeta. Además, para la versión del Fernán Gómez, el suelo se ha transformado en un mapa de Nueva York, sumergiendo al espectador en una experiencia inmersiva.

La iluminación de Jesús Díaz Cortés y la música de Alberto Granados Reguilón acompañan a Torres en su interpretación como parte de un engranaje milimétricamente sincronizado, casi como el de un espectáculo de teatro musical, mundo que Torres conoce a la perfección, ha estado a cargo de la dirección actoral de musicales como El Médico o La historia interminable, ambas de beon.Entertainment. “Tiene algo de eso, sí”, reconoce. “Aquí el ritmo no lo marco yo. Estoy supeditado al que marcan la música, la luz, el vídeo… soy una pieza más del engranaje”. Aunque esto pueda llevar a pensar que el trabajo se automatiza, Torres confiesa que sigue encontrando diferentes significados a las palabras del poeta cuando salen de su boca e incluso está aprendiendo a disfrutar de ‘sentir’ la palabra del poeta sin tener que hallarle necesariamente un sentido concreto, “la poesía no está hecha para entenderse, sino para abrazarse. Y, a veces, en el escenario, como en la vida, perderse es la única forma de encontrarse”.

 

JUGANDO A LORCA

Pero Poeta (perdido) en Nueva York no acaba en el escenario, es una apuesta -seña de identidad de la compañía- que combina cultura y tecnología. El Aedo Teatro ha desarrollado Aurora, el primer videojuego dedicado a Federico García Lorca. Una apuesta que ha costado dos años de trabajo, 150.000€ de inversión y un equipo de 15 personas para dar vida un entorno virtual en el que los jugadores acompañan a Lorca por las calles de Nueva York. “No es banalizar, es hacerlo nuestro. Es una forma jugable de atravesar su poesía”, explica Torres con convicción. Y aunque admite que algunos puristas podrían arquear la ceja al ver a Lorca saltando plataformas, reivindica el gesto: “Queremos llevar a Lorca a aquellos que ni siquiera saben que Lorca existe.” La obra se convierte así en un puente entre el pasado y el presente, entre la tradición y los nuevos lenguajes.

Torres, que trabaja en colegios e institutos, lamenta que las nuevas generaciones no tengan una conexión emocional con Lorca. «Para ellos es solo algo que hay que memorizar», dice. Una afirmación que le ha llevado también a crear una guía didáctica pensada para escuelas, completando así una trilogía educativa compuesta por teatro, videojuego y pedagogía. La obra, cuenta su creador, busca humanizar al poeta, «ver a la persona sin desmitificar al genio», para que los jóvenes puedan pensar: «Yo también puedo hacerlo, puedo tontear con la poesía y, a lo mejor, ahí de pronto hay un chaval o una chavala que descubre la poesía como un medio de expresión».

Poeta (perdido) en Nueva York es el resultado de un proceso de madurez de la compañía. «Noto la madurez. Dentro de la compañía tenemos, por así decirlo, más palabras en nuestro vocabulario», confiesa Torres. Este monólogo, es un viaje de búsqueda, no solo del poeta en sí mismo, sino de «todos aquellos que se sienten perdidos y que, a través de la obra, pueden encontrar su propio camino». Y su estreno en el Teatro Fernán Gómez trae consigo la satisfacción personal y artística de su creador de ver materializado un proceso artístico ambicioso, que lleva a la compañía un pasó más allá en su trayectoria, además, de acercarnos al ser humano que hay tras el mito de la figura de Lorca.

Alberto Granados Reguilón, El Aedo Teatro, Federico García Lorca, Fernán Gómez CCV, Jesús Díaz Cortés, Jesús Torres, Juanjo González, Lorca, Poeta (perdido) en Nueva York
Comparte este post
SUSCRÍBETE
Política de Protección de Datos / Política de Cookies
Facebook X-twitter Instagram Tiktok
  • Revista Online
  • Cartelera teatro Madrid
  • Centros de formación
  • Premios Godot
  • Revista Online
  • Cartelera teatro Madrid
  • Centros de formación
  • Premios Godot
  • Concursos
  • Sobre nosotros
  • Contacto
  • Concursos
  • Sobre nosotros
  • Contacto
  • Obras más votadas
  • Ranking Mejores Obras
  • búsqueda avanzada de obras
  • Obras más votadas
  • Ranking Mejores Obras
  • búsqueda avanzada de obras

Revista GODOT es una revista independiente especializada en información sobre artes escénicas de Madrid, gratuita y que se distribuye en espacios escénicos, además de otros puntos de interés turístico y de ocio de la capital.

Revista de Artes Escénicas GODOT © 2025
Desarrollado por Precise Future
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}