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Come From Away, unión y solidaridad frente al 11S

“Es mucho lo que podemos hacer si funcionamos como comunidad”

La productora argentina The Stage Company estrena en Madrid, en el Teatro Marquina, la versión en castellano del premiado musical Come From Away, creado por Irene Sankoff y David Hein. Una emotiva y espectacular producción que, basándose en hechos reales, nos cuenta el acto de solidaridad llevado a cabo por parte de los vecinos de Gander, Canadá, como consecuencia de los atentados de las Torres Gemelas.

El espectáculo estrenado en 2013 en Ontario, Canadá, dio el salto a Broadway en el 2017, convirtiéndose en un gran éxito que cosechó, entre otros reconocimientos, un Premio Tony por la dirección de Christopher Ashley y una nominación a los Grammy. Antes de llegar a Madrid, se ha podido ver en un gran número de países, contando con producciones que han ido desde el West End londinense, pasando por Australia u Holanda, hasta Argentina, de donde ahora nos llega esta versión que podremos ver en nuestro país.

Carla Calabrese, responsable de la dirección y adaptación, además de formar parte como actriz y productora, nos cuenta los detalles de este espectáculo que promete hacernos salir del teatro con nuestro espíritu solidario renovado.

 

Foto de portada cortesía de The Stage Company.

Carla, eres parte responsable de que Come From Away haya tenido su versión en español, estrenándose con gran éxito en Argentina y llegando ahora a España. ¿Qué fue lo que os llevó a tomar la decisión de poner en pie esta producción? ¿Cuáles son sus orígenes?

<i>Come From Away</i>, unión y solidaridad frente al 11S en Madrid
La directora, productora y actriz Carla Calabrese.

Me moviliza la importancia de que estas historias verdaderas cobren relevancia y me convence la calidad artística del guion, de las canciones y de la música, los cuales se combinan para contar un relato que no hace menos que resaltar lo bueno que podemos ser como seres humanos en contraste con las guerras, los ataques terroristas, las tragedias. Lo bueno merece una oportunidad de ser contado, merece tener tanta prensa como lo malo, para conocernos mejor como sociedad, como especie, y saber que hay caminos posibles para un mundo mejor.

 

La historia nos habla de un hecho real que tuvo lugar como consecuencia de los atentados cometidos en EE. UU. el 11 de septiembre del 2001. ¿Cómo describirías la historia y el mensaje central de la obra?

En el musical se cuentan varias de las historias de las personas que llegaron a Gander, Terranova, en Canadá, aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. Miles de pasajeros se dirigían a otros aeropuertos dentro de Estados Unidos, pero al cerrarse el espacio aéreo norteamericano luego de los ataques a las Torres Gemelas, los aviones fueron desviados a aeropuertos fuera de Estados Unidos. 7000 personas llegaron a Gander en 38 aviones sin haberlo planeado y un pueblo de aproximadamente 2000 personas, los recibió, los contuvo, los alimentó y les dio alojamiento durante los cinco días que se vieron obligados inesperadamente a permanecer allí. En una de las etapas más oscuras de la humanidad, el pueblo de Gander demostró que la solidaridad, la empatía y la generosidad, es la única defensa en contra del miedo, la impotencia y la desesperación. Lo que sucedió en Gander Terranova, las historias reales que cuenta Come From Away es prueba de lo mejor que podemos ser como sociedad y como seres humanos.

La obra habla sobre la solidaridad y la compasión en tiempos difíciles, más allá de las diferencias culturales y lingüísticas. ¿De qué manera crees que conecta con la situación mundial actual?

Creo que es un momento en el que reconocer estos valores cobra muchísima importancia. Vivamos en el país que vivamos, es valioso tener una perspectiva adecuada para entender que es mucho lo que podemos hacer si funcionamos como comunidad, y buscar el bienestar propio y ajeno desde la comprensión y la empatía. La única manera en la que puede funcionar una sociedad es pensando en el otro además de en sí mismo, entendiendo que si el otro está bien esto asegurará el bienestar de todo el conjunto. No mirar hacia el costado cuando hay guerras, armas, muerte, destrucción, poner cada uno nuestro grano de arena para colaborar. Todo lo que damos vuelve.

 

¿De qué manera se transmite ese espíritu empático y solidario de la historia real en el escenario?

El espíritu empático y solidario de las historias reales que contamos se transmite tanto desde el guion y de las canciones, magistralmente escritos por David Hein e Irene Sankoff como a través del poder de la maravillosa música y de las fantásticas actuaciones. Los actores que hemos seleccionado para la obra reconocen en sí mismos la empatía y la solidaridad como valores y logran transmitirlo durante la obra desde su esencia genuina. Es notable la energía amorosa que se genera entre el público y el escenario. Es una verdadera experiencia estar en la sala. Después de visitar Gander con todo el elenco y todos los músicos, y de haber conocido a los verdaderos protagonistas de las historias, la sensación de estar haciendo algo más que una obra de teatro de Broadway se potenció al infinito.

 

 

¿La globalidad nos acerca más unos a otros, o hace más patentes las carencias y diferencias sociales?

Creo que la globalidad nos acerca como seres humanos, nos da muchísimas más posibilidades de unión, y creo que depende de nosotros usarla para el bien o para el mal, como todo. Por supuesto se hacen más evidentes las diferencias de posibilidades económicas, pero esto debería servir para saber quién necesita ayuda y poder aportar desde donde cada uno pueda.

 

Carla, eres responsable de la dirección, adaptación del espectáculo y producción, además de participar como actriz. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos a los que te has tenido que enfrentar en cada uno de los campos?

En cuanto a la dirección es un gran desafío estar a cargo de esta obra ya que tiene un ritmo muy ajustado, es muy precisa y necesita mantenimiento constante. Son 14 actores en escena junto a una banda de 9 músicos que también están arriba del escenario. Este resultado hubiese sido imposible sin un gran equipo como el que tenemos, un gran director musical como Santiago Rosso, un gran director vocal como Sebastián Mazzoni y un genial coreógrafo como lo es Agustín Perez Costa. Ni hablar de la calidad de actores, músicos y técnicos que me acompañan y hacen que la dirección fluya. Imprescindible un guion y una música potentes como los creados por los autores Sankoff y Hein, es clave y ayuda en cualquier dirección. En cuanto a la producción, escenografía, montaje, prensa y otras áreas, es clave estar acompañada por profesionales como Sergio Albertoni, Tadeo Jones, Danny Mejías, Natalia Martins, así como por un gran equipo técnico, sonidistas, iluminadores, seguidoristas, asistentes y backstage. En cuanto a mi rol de actriz, sería imposible sin un equipo impecable como el que tengo, mi asistente de dirección Patricio Witis y quien hace mi personaje en algunos ensayos para que pueda dirigir, mi cover actriz y asistente Fátima Seidenari.

 

¿Qué aspectos culturales o emocionales crees que resonarán especialmente con el público español?

Creo que en España resonará emocionalmente lo mismo que en Argentina, somos muy parecidos. Creo que la obra habla de algo que reconocemos la mayoría de los seres humanos, de ahí su valor de lograr unir desde la esencia mas allá del país en el que elijamos o nos toque vivir. Todos ansiamos lo mismo, paz ante todo y funcionar mejor en comunidad. Esta obra es una prueba de ello y se estrenó ya en varios países del planeta, provocando la misma calidez y sensación de haber reconocido un camino posible.

 

¿Varía en algo la producción original de la versión que veremos en Madrid?

La única diferencia con la premiada adaptación al castellano estrenada en Argentina son algunas palabras que hemos variado para facilitar la comprensión, y algunos acentos internacionales en la forma de hablar en español en algunos personajes. Lo hemos incorporado para aumentar la atmósfera internacional real que se generó en Gander al llegar 7000 personas de distintas partes del mundo. Luego algunos músicos, técnicos y actores argentinos serán reemplazados por españoles después de un minucioso proceso de casting.

 

<i>Come From Away</i>, unión y solidaridad frente al 11S en Madrid
Escena del musical Come From Away.

 

Gran parte del elenco que veremos en España ya ha participado en la producción argentina. ¿Qué puedes contarnos sobre ellos? ¿Cómo se seleccionó al elenco para esta producción? ¿Qué cualidades debe tener un artista para encarar un espectáculo como este?

Es muy importante a la hora de integrar actores, músicos o técnicos a una obra como ésta, que sean personas que además de talento tengan ganas genuinas de contar una historia como la de Come From Away. Es imprescindible que la entiendan y la compartan en profundidad, que tengan colocado su ego en un lugar sano y que sean buenas personas, ya que esta obra tiene una verdad que traspasa el escenario y eso sólo puede provenir de una búsqueda real de un mundo más empático, de una sociedad mejor.

 

¿Qué elementos visuales y escenográficos destacan dentro del musical?

Creo que lo que más se destaca visualmente es la perfecta sencillez de las coreografías de sillas y mesas y el estupendo giratorio que permite imaginar distintas situaciones y espacios con una poesía y un nivel artístico sorprendentes.

 

Tú que, como decimos, vives el espectáculo desde todos los ángulos, ¿qué momento de la obra destacarías? ¿Cuál es tu canción o momento favorito?

No logro quedarme o elegir un momento de la obra en especial… es mi musical favorito, sin embargo, creo que el vértigo amoroso del armado final del avión final y las últimas escenas de la obra tienen algo de conclusión perfecta que disfruto enormemente. La unión entre actores y músicos en el escenario contando la misma historia con la misma intensidad le aporta una armonía impresionante es algo que disfruto mucho; pero también me pasa con cada una de las escenas, amo las canciones, el poder de la música de llegarnos al alma y todas las actuaciones y diálogos que tienen una nitidez y una profundidad inigualables.

 

Se dice que Madrid se ha convertido en una de las grandes capitales del teatro musical a nivel mundial, pero no podemos perder de vista el trabajo que los artistas argentinos, especialmente en Buenos Aires, hacéis por este género. De hecho, sois grandes responsables de que ciertos títulos, como sucede con Come From Away, lleguen a las carteleras españolas. ¿Qué diferencias y similitudes encuentras en ambas industrias?

Tanto en Buenos Aires como en Madrid hay mucho teatro, y sí, Madrid se ha convertido en una de las grandes capitales del teatro musical a nivel mundial. Veo mucha calidad y talento tanto en España como en Argentina, no veo mucha diferencia en general en la calidad de las puestas, he visto musicales y obras de teatro que me han gustado mucho en ambas capitales.

 

<i>Come From Away</i>, unión y solidaridad frente al 11S en Madrid
Momento musical de Come From Away.

 

Eres Directora General de The Stage Company y una de las propietarias del mítico Teatro Maipo de Buenos Aires, ¿qué tipos de producciones son las que te interesa llevar a escena? ¿Qué sientes que demanda el público actual?

En el caso del Maipo me interesa que todo lo que llegue al escenario sea de una calidad artística indiscutible, mas allá del tamaño de la producción, hablo de calidad en la puesta, en su verdad, en su autenticidad y valor intrínseco. En cuanto a lo que elijo para llevar a escena con The Stage Company, mi productora, tiene que tener además de lo anterior mucha profundidad. Me importa haber dejado algo más que un entretenimiento al espectador, que pueda llevarse algo que le sirva para la vida, que le aporte de alguna manera, que le haga ganar una perspectiva diferente. Creo que la mayor parte del público demanda una experiencia enriquecedora, más que un entretenimiento.

 

¿Cómo se decide tomar el riesgo de llevar a escena un título no tan conocido por el gran público como Come from away?

No creo que sea tan desconocido entre las personas que aman el teatro o los musicales, es un musical de Broadway nuevo, pero muy exitoso y muy premiado. Puede que no sea de los clásicos, pero lo será en el futuro, estoy segura. Los riesgos se toman cuando valen la pena. Y estoy segura que lo vale, la obra lo ha demostrado en Broadway, en Londres, en Australia, en Holanda, en Argentina, en Canadá, en Corea del Norte y en muchas partes del mundo usando siempre el mismo nombre.

 

En Argentina, con la llegada del nuevo gobierno, ha habido un giro en cuanto a las políticas culturales. ¿De qué manera os están afectando? ¿Cuál es la situación actual de la industria cultural en Argentina?

En cuanto a la política en Argentina al ser un emprendimiento privado no nos ha afectado, pero si entiendo que ha afectado producciones independientes con medidas de presupuestos estatales más restrictivos para la cultura en general.

 

¿Qué reflexiones esperas que Come From Away despierte en el público?

Me justaría que Come From Away en esta nueva puesta en escena, despierte una vez más en el publico la certeza de que puede haber luz, esperanza y calidez en medio de la peor oscuridad, sea cual fuere la situación por la que se este pasando, y que convertirnos en nuestra mejor versión de seres humanos es el camino a un mundo con mas armonía y paz.

 

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