Obra nunca estrenada en España. Recibida con gran revuelo en París, Suecia y Dinamarca, este montaje supone la vuelta de Fernando Arrabal a los escenarios españoles.
La obra se desarrolla en una prisión franquista 25 años después de la Guerra Civil. Allí llevan encerrados desde entonces tres presos políticos, Amiel, Katar y Pronos. Esperan la llegada de Tosán, un compañero al que han condenado a muerte, interpretando el papel del Cristo moderno, que es ejecutado y resucita representando la esperanza de un nuevo mundo tolerante y libre.
Cada preso ha encontrado a su manera su forma de sobrevivir; Amiel sueña y fantasea, Katar se enfrenta directamente a la realidad, y Pronos ha perdido el habla traumatizado.
Presente, pasado y futuro se mezclan en escenas oníricas y en la cruda realidad carcelaria para condenar al régimen franquista. La violencia de algunas escenas es debida al hecho de que las fantasías y los sueños eróticos se vuelven más vehementes en un sistema que reprime la sexualidad. No son simples provocaciones ni disparates, si no los deseos y miedos más humanos y profundos de estos presos.