Lena se encuentra sola en uno de los puentes más solitarios de Madrid. Hace un tiempo que dejó de tener el control de su cuerpo y ahora ni siquiera es capaz de distinguir cómo ha llegado hasta allí. Hay veces que el agotamiento es tan intenso, que la sola idea de seguir le sobrepasa. Y ahí, parada, recuerda cada momento de su vida y cada una de las cosas que la han llevado hasta ese punto.
¡Un puto gato! es un grito de socorro, pero a su vez, un canto a la vida. Es el viaje catártico de una joven de 22 años que llega hasta la huída más extrema: el borde de ese puente.