La plaza madrileña de Sol es una olla a presión: Los indignados han salido a las calles y han tomado el poder por derecho propio. Estamos en mayo de 2011 y en medio de este batiburrillo, dos becarios cubren las revueltas cámara en mano a ver si sacan alguna declaración interesante, alguna imagen que sirva de portada para el periódico del día siguiente. Estos dos periodistas ignoran que la plaza de Sol les presentará a dos compañeras de viaje con las que se enamorarán de la revolución, de los indignados y del reloj de la puerta de sol y con las que lucharán por entenderse bajo los gritos y las batucadas de los indignados.
El texto, a veces comedia, a veces drama, a veces sátira, sirve para que la directora lleve al teatro la primera reflexión del movimiento 15M, aprovechando también alguno de los poemas de Alejandra Martínez de Miguel, que en el proceso creativo sirvieron para dar forma a uno de los personajes.