Miguel, 45 años, acude al velatorio de Gabriel, un compañero de carrera que se ha suicidado sin motivo aparente. La madre de Gabriel, Pilar, encarga a Miguel que averigüe por qué se suicidó su hijo. Miguel acepta el encargo ocultando que llevaba años sin hablarse con Guillermo.
Miguel visita la casa de Gabriel, busca pistas que le expliquen lo ocurrido, habla con los vecinos, e investiga en el ordenador de Gabriel.
Poco a poco va descubriendo el bloqueo emocional en el que vivía Gabriel, en el que él también vive, y en el que viven la mayoría de los hombres. Para salir de ese bloqueo Miguel tendrá que abrirse al amor y a la vulnerabilidad salir de su rol tradicional de hombre y entrar en territorios inexplorados.