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Fotos: Luz Soria
Sala de ensayo, bajo una luz fluorescente una pareja firma la autopsia de su relación: “el amor es un cadáver y tú llevas su piel”. Él golpea primero, “quería verte para decirte que esto se acaba que no va a seguir”, cuarenta minutos de soliloquio sin derecho a réplica ni intento, ella escucha, “has focalizado tu talento en la escucha”, tal vez muestra decaimiento, “ponte recta por favor ponte recta”. El aire se acaba, nada queda salvo la obligación del trabajo, “ahora tenemos que trabajar seguiremos trabajando uno frente al otro”. Ella rompe el silencio, “has acabado lo has dicho todo y eso está bien” , bisturí en mano se dispone a separa carne de hueso, realidad de ficción, “una ficción ¿cómo te atreves?”. Se impone el frío, el “blanco tristeza”, y la nieve como elemento “vamos a separarnos no sé cómo harán nuestros cuerpos para salir de esta habitación”, han sido expulsados del paraíso y ya sólo les queda vagar.
La clausura del Amor es el epitafio de una relación de pareja, el último acto de un amor viciado que guarda en pasado olores a azares de felicidad marchita. Crónica de una separación, combate a cuerpos descarnados, batalla de flechas que destruyen por igual a cada uno de los miembros “es el final”.
La mirada del creador Vargas Buendía sobre el texto de Rambert incide en los límites entre el amor romántico y el amor doliente a través de una puesta en escena plástica que juega con elementos del concepto de instalación artística para generar una experiencia inmersiva.
Isabel Arranz, Raúl de la Torre, Emmanuel Medina, Laura Rozalén, Julio Vargas y Ángela Villar son los intérpretes que dan envoltura al alma de los no-amantes. El texto verborreico, concebido para una sola pareja, se divide en esta propuesta en seis voces a fin de diseccionar con mayor atino el paisaje interno de la pareja. El tratamiento de un cuerpo no cotidiano y el verbo se juntan como elementos centrales del montaje.
Andrés Acevedo firma el trabajo de movimiento desarrollando de una manera plástica los aspectos mas poéticos e inconscientes presentes en este hundimiento. Nacho Machi e Isabel Arranz componen la música del espectáculo que actúa como la idealización del amor romántico, reproducida en escena a través del sonido sucio de un viejo radiocasete y cintas con canciones de amor. El espectáculo cuenta con la ayudantía de dirección de Marta Goyoaga y la asesoría de dirección de Paula Amor.
