IntrusA nace de la necesidad de explorar cómo sobrevive el ser humano que no puede ver. En un mundo manipulado por el poder de la imagen, me preguntaba: «Si estuviera ciega, ¿cómo sería capaz de ver? La soledad y el desamparo del ser humano cuando se enfrenta a algo que no entiende desde el lugar de una ceguera es inimaginable, pero ¿cómo es la soledad del individuo que aun creyendo que ve, con sus ojos sólo recorta la realidad del presente sesgado por su visión particular sin poder ver lo que le es ciego?»
IntrusA se desarrolla en el salón de una gran casa, en la convalecencia inmediata de un parto, donde una anciana ciega y su familia esperan la llegada de la última hermana. Sin embargo, en su lugar, alguien más parece desear entrar. La falta de luz va mermando la vista y la fe…. Y en contacto con la oscuridad, unos ojos, ¿qué ven?
En CiegOs, Ellos son cuatro. Dos hombres y dos mujeres. Todos son ciegos. El sacerdote del hospicio los llevó a pasear por el bosque y desapareció. Lo esperan, no pueden encontrar su camino sin él. El espectador, el único testigo que ‘ve’ la verdad de la escena, estupefacto observa… Y en contacto con la muerte, unos ojos, ¿qué ven?