Clara descubre, a sus 55 años durante una mudanza, el diario que su padre Antonio Gassó (Gaskin) escribió entre 1939 y 1943 mientras estaba en los campos de concentración norteafricanos.
Estando inmersa en un duelo postergado, ya que su padre falleció cuando ella tenía 19 años, aparece Marta, amiga de la infancia, con la intención de escribir una novela sobre la vida de Gaskin.
Con el diario como elemento de cohesión, este proyecto escénico, en el que Clara alterna conversaciones con su padre y con su antigua amiga, no sólo rinde homenaje a los republicanos que tuvieron que exiliarse, sino que también trata de la amistad y de la traición, del silencio y sus razones, del duelo y de la culpa, de la infancia y de un padre y una hija que se reencuentran después de 35 años.