Forzar el azar es un canto a lo desconocido. Es un laberinto en el que se encuentran dos cuerpos: Peter representa lo igual, la rutina, la vaca que lame; Lucía representa lo distinto, lo excluido, el erizo que pincha.
A partir de un lenguaje híbrido entre la danza y la poesía, intentamos comprender cómo es el mundo que hay entre estos dos cuerpos.
¿Qué fue del amor?