Marta y su madre regentan una posada en un pueblo olvidado en Bohemia. Las dos desean abandonar su vida pobre y miserable para huir lejos, a una tierra mejor; una tierra soñada, con playa y mucha luz. Y para poder conseguir ese deseo, matan y roban a los clientes adinerados de la posada y después los arrojan al río. Esta vez aparece otro nuevo cliente, quien podría facilitarles la última suma, la necesaria para poder emprender la huida. Pero ninguna de ellas es capaz de reconocer a su hijo y hermano, que es quien ha vuelto a su casa después de veinte años, dispuesto a pasar una noche de incógnito sin identificarse claramente. Ello provocará un trágico malentendido.
El malentendido nos habla de un mundo absurdo, cegado por el deseo de supervivencia, visto como una permanente carrera contra reloj tras la ilusión de la felicidad. Nos habla de la soledad, de la incomunicación y del olvido.