El Gran Teatro del Mundo es un texto que lanza preguntas de nuestro devenir existencial. Calderón nos hace plantearnos si el hombre, desde que nace, ya es preso de su condición.
¿El pobre por qué es pobre y, el rico por qué es rico? ¿Se trata sólo de un estatus social?
No pretenden revelarse frente a esa pauta existencial, donde se entrecruzan la metafísica, el sentido religioso, el recorrido de la vida y, el encuentro íntimo con la muerte. Esa es la presentación del auto sacramental.
Esta propuesta se fundamenta en construir un manifiesto que se vaya desglosando a lo largo del espectáculo, donde la poética de Calderón nos da oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida, nuestro compromiso con lo vivido y, no negar la muerte como parte de la misma.
Frente al paralelismo de verdad y ficción sobre escena, trabajamos el verso desde su punto más orgánico, sin adornos, un ensayo dentro de un ensayo, construyendo desde la relación física/emocional entre los actores y lo escrito por Calderón.