En apenas 20 segundos la vida puede darte un vuelco, puedes perder todo lo que tienes sin ni siquiera darte cuenta de cómo ha sido, o por qué.
David tenía una vida perfecta. Disfrutaba de un trabajo muy bien pagado, vivía en una casa maravillosa con todas las comodidades y metros cuadrados que pudiera imaginar que compartía con su maravillosa mujer y con su hijo de tres años. Eran una familia perfecta, modélica.
Hasta que en apenas 20 segundos todo se destruyó.
Eva, buscando respuestas para un hecho que realmente no las tiene, va a visitar a David al sitio donde lo tienen recluido. Ella necesita encontrar una explicación de lo que ha pasado para poder lidiar con su dolor, necesita saber dónde estaba el monstruo y porqué ella no lo vio durante sus años de relación. Pero ese monstruo no sale por ninguna parte, David sigue siendo el mismo que tres días atrás, antes de que ocurriera la catástrofe. Ella, buscando sus respuestas, le obligará a colaborar en un enrevesado juego de rol, donde por un lado revivirán momentos claves de su relación y por otro, asumirán distintos personajes para afrontar el tema desde todos los puntos de vista posible. David colaborará, a su pesar, para no perder lo único que le queda, ella.
¿Conseguirán llegar a alguna conclusión sin destrozarse mutuamente? ¿Queda algo que salvar después del naufragio?
Y lo más importante de todo.
¿Quieren salvarlo o ya no hay vuelta atrás?