“O uno esclaviza al otro, o uno tiene que desaparecer”. Esa es la conclusión a la que llega Ian, uno de los dos personajes de la obra, cuando comprende la Teoría de las Antípodas. En un tiempo que puede parecer futuro pero que realmente es demasiado presente, sale a la luz una teoría que, gracias a la mediatización, se expande entre las masas y llega a ser un gran fenómeno social. La Teoría de las Antípodas defiende que todos los ciudadanos tenemos, en la geolocalización contraria a la nuestra, a otra persona cuya conducta influye en la nuestra. Este fenómeno de masas no ha sido demostrado científicamente, pero gran parte de la población se ha lanzado en la búsqueda de su antípoda, lo que provoca el encuentro entre los dos personajes de la obra, Ian y Red, desde el anochecer hasta el amanecer próximo.
En este choque de necesidades ligadas por un mismo supuesto destino, los personajes deben luchar por sus intereses, descubriendo su propia hipocresía y la angustia que implica ser dueño y responsable de una vida, que a su vez implica otras vidas.