Unos amigos, que lo son desde niños y que han compartido todo tipo de juegos, juegan hoy uno -quizá el último- con el que burlarse de la vida y de la muerte. Se trata de un juego peligroso, porque es la amistad misma lo que ponen en juego… Una reflexión sobre la vida, los recuerdos, el amor, la masculinidad, la amistad y el paso del tiempo cargada de humor y pensamiento.
Como seres humanos -tímidos y mentirosos a la vez que sinceros y heroicos- muchos de nosotros necesitamos del juego para encarar la verdad. Para afrontarla sin vendas y para que fluya en nuestra boca como un manantial que solo puede cerrar el final del propio juego… Pero lo dicho, dicho está. Y lo hecho, hecho está.
Una carcajada segura para el espectador cargada de la filosofía de Juan Mayorga. Y es que la muerte tiene mucha gracia.