Los madrileños y sus apellidos, obra teatral de José Boto escrita, dirigida y pensada para arrancar cientos de carcajadas. Una comedia para todos los públicos, con un ritmo frenético y donde pasan muchas cosas en muy poco tiempo. Humor cotidiano pero con tintes surrealistas.
No hay nada más madrileño y más español que un bar y su terraza. Es el lugar perfecto donde buscar la solución a cualquier problema, hacer amigos e incluso encontrar personajes para una película. En esta ocasión, en la terraza del Bar La Paloma, una joven directora de cine llega a Madrid con la idea de rodar su primera película: Los madrileños y sus apellidos.
Ante la exigencia de su productor pidiéndole que le envíe hoy mismo una escena de la película, la directora se verá obligada a realizar un improvisado casting con todos los clientes y trabajadores que se encuentran en el bar.
¿Será verdad que todos llevamos un artista dentro? ¿Sigue siendo Madrid la ciudad de las oportunidades?
Hay muchos guiños a la ciudad de Madrid, a su gente, y a todo el que la visita haciendo turismo, por trabajo o, simplemente, está de paso.