El musical Cabaret regresará a los escenarios madrileños este otoño con una nueva producción firmada por LETSGO, en colaboración con UMusic Hotel Madrid. Su estreno, previsto para el 24 de septiembre, hará que el antiguo Teatro Albéniz sea completamente rediseñado para albergar una propuesta inmersiva, donde el público formará parte activa del espectáculo desde su llegada al recinto; tal y como ya se está representando en otras ciudades como Nueva York o Londres.
Iñaki Fernández, CEO de LETSGO, e Íñigo Sánchez-Crespo, director general del UMusic Hotel Madrid, compartieron su entusiasmo por esta nueva colaboración. Tras el éxito cosechado con la nueva versión de El Fantasma de la Ópera que pudo verse en este mismo espacio, ambos apuestan ahora por una producción que va un paso más allá en la experiencia inmersiva. “Hemos querido borrar por completo la separación entre escena y butacas”, explicaba Sergio Toyos, parte del equipo creativo liderado por Felype de Lima. “Toda la sala será un espacio escénico. No hay cuarta pared. El espectador forma parte del Kit Kat Klub desde el primer segundo”.
La experiencia para el público comenzará desde el propio acceso a la sala y un pre-show, que comenzará 45 minutos antes de cada función, con una oferta gastronómica de inspiración berlinesa a cargo del chef David Correa; y después de las funciones de jueves, viernes y sábado noche, el Kit Kat Klub permanecerá abierto, reforzando así la experiencia inmersiva.
El argumento de Cabaret se sitúa en el Berlín de 1929, en los últimos años de la República de Weimar, cuando el auge del nazismo comenzaba a hacerse visible. La historia sigue a Sally Bowles, una cantante inglesa que trabaja en el Kit Kat Klub, y a Clifford Bradshaw, un escritor estadounidense que llega a la ciudad en busca de inspiración. Paralelamente, se desarrolla la relación entre Fräulein Schneider, dueña de una pensión, y Herr Schultz, un comerciante judío, todo bajo la mirada del Maestro de Ceremonias. El cabaret funciona como metáfora de una sociedad que baila al borde del colapso, mientras se gesta uno de los periodos más oscuros de la historia europea.
En el acto de presentación se desveló quiénes formarán parte del elenco que dará vida en esta ocasión a los personajes del musical, la actriz Amanda Digón interpretará a Sally Bowles; Abril Zamora será Emcee y como ella comentó: «Yo siempre intento hacer activismo desde mi propio trabajo y Cabaret está desgraciadamente más vigente que nunca porque estamos en un momento en el que todos los extremos están muy en auge y es bonito utilizar los escenarios para defender nuestra libertad y nuestros ideales»; Pepe Nufrio dará vida a Clifford Bradshaw; Carmen Conesa será Fräulein Schneider; Pepa Lucas, que ya participó en una versión anterior de este mismo musical, encarnará a Fräulein Kost; Gonzalo Ramos será Ernst Ludwig y Tony River a Herr Schultz. A este elenco, además se sumarán otros seis intérpretes que serán seleccionados a través del proceso de casting que la productora tiene abierto.
El director del espectáculo, Federico Bellone explicó, a través de un vídeo, los tres pilares fundamentales sobre los que se ha construido esta versión de Cabaret: provocar nuevas sensaciones, romper los límites tradicionales entre artistas y audiencia, y lograr que tanto los fans veteranos como los recién llegados salgan del teatro con la emoción a flor de piel. “Será fiel al espíritu original, pero con una mirada actual que permita llegar donde la versión anterior no pudo”, subrayó. Contando así, con el texto original de Joe Masteroff, la música de John Kander y las letras de Fred Ebb. Cabaret, a su vez está basado en la obra teatral I Am a Camera de John Van Druten, inspirada en la novela Goodbye to Berlin de Christopher Isherwood.
En el equipo artístico repiten muchas de las figuras clave que han estado trabajando en la ya menciona versión de El Fantasma de la Ópera: Julio Awad en la dirección musical, Silvia Montesinos como directora asociada y responsable de la adaptación, Valerio Tiberi en iluminación, Poti Martin en el diseño sonoro y Gillian Bruce como coreógrafa. Junto a Felype de Lima, que también firma el vestuario de esta producción.
Con esta propuesta, Madrid acoge por primera vez un musical inmersivo de gran formato. Más allá de la novedad escénica, el proyecto se inserta en una línea de producción que busca integrar la experiencia teatral en un entorno sensorial ampliado, que incluye gastronomía, ambientación y contacto directo con el espacio dramático.
