Esta semana en #TeatroConfinado del Teatro de La Abadía Annie Pui Ling Lok y Juan Ayala nos acercan al desasosiego de la espera en Instrucciones previas, una pieza sonora nacida en esa espera para intentar intervenir en nuestro presente frente a la coerción y el miedo a las profecías de saldo. El espectáculo, al que se accederá a través de la plataforma de mensajería instantánea Telegram, está concebido como una pseudoaudioguía a tres voces —el propio Juan Ayala, Jesús Barranco y Paula Rodríguez— donde cada casa se convierte en un espacio escénico, y cada espectador deviene en intérprete de la acción.
#TeatroConfinado es una iniciativa del Teatro de La Abadía, como respuesta de emergencia a una situación excepcional. Es un esfuerzo conjunto del Teatro de La Abadía y una serie de creadores que se han ido sumando al proyecto para articular experiencias teatrales en vivo y en directo y, de alguna manera, regar la sequía actual en las artes escénicas provocada por el encierro. Lejos de aspirar a competir con el fulgor de los medios audiovisuales, este formato defiende como virtud su carácter artesanal. Al dirigirse a un número de entre 20/30 espectadores, el #TeatroConfinado genera una sensación de comunidad, de momento compartido en tiempo real por artistas y espectadores.
Sumando alianzas, La Abadía y los creadores buscan, desde la necesidad, la empatía y la complicidad artística y humana, nuevos horizontes para dar alicientes al público y a la profesión, que sin el aliento de sus espectadores no podría existir.
#TeatroConfiando dio su primer paso el Día Mundial del Teatro y acumula 9 piezas en el repertorio, y justo al acabar de mes de abril habremos ofrecido ya 43 funciones a casi 1200 espectadores.
Todas las entradas tienen un precio simbólico de 5€. Parte de los fondos recaudados va destinada al proyecto de investigación científica #YoMeCorono (www.yomecorono.com/).
INSTRUCCIONES PREVIAS
Annie Pui Ling Lok y Juan Ayala. 30 abr y 1 may | 19:00 h
«La catástrofe se ha impuesto y el parón nos ha cogido con inercia. La inercia de seguir haciendo lo que sabemos en un escenario incierto. Mientras los equipos sanitarios hacen lo imposible para contener una ola de realidad inesperada, el resto nos hemos quedado esperando. Este espectáculo ha nacido mientras esperamos.
Mientras esperamos a que se vuelvan a abrir las casas, las calles, las plazas. A que se vuelvan a abrir los teatros. A que podamos volver a intentar ganarnos la vida. A que se diluya la incertidumbre de no saber lo que quedará en pie. Mientras esperamos a poder estar en el mismo lugar con gente, junta. A volver a tocarnos.
Nada es más viejo que el fin del mundo. La pasión apocalíptica siempre se ha utilizado como una forma de coerción, desde la religión o como método de gobierno. La meta de la profecía no fue nunca tener razón sobre el futuro, sino operar sobre el presente.
Enfrente de esa estrategia y con el deseo de accionar sobre el presente a su vez, nace este espectáculo. Entendiendo lo presente en sus dos vertientes; la temporal, imaginando posibles futuros para actuar sobre Hoy, pero también y quizás más urgente, el estar presente, la presencia física como hecho indispensable para la vida en común. Es un intento de trascender la imposición bidimensional de la vida en confinamiento, de encontrarnos en un lugar con tres dimensiones. Es un intento imposible de volver a juntarse, de recordar un encuentro físico, carnal quizás». Juan Ayala