¿Cómo te definirías a estas alturas del show, Alicia?
Soy actriz, con todos los registros que esto conlleva, pero comencé a hacer improvisación teatral en la universidad; y me encantó. Eso me ha llevado de alguna forma a la comedia: no hago ‘stand up’, hago improvisación y tengo un pódcast de humor con Andreu Casanova. Al combinarlo con personajes de drama que me van saliendo, tengo el equilibrio que a mí me gusta.
¿Cuál fue el Rubicón -el salto definitivo- para dedicarte a la interpretación?
Mi abuela deseaba ser actriz, pero vivió en una época muy difícil para serlo; después, su hija -mi madre- fue actriz en los ochenta e incluso ganó varios premios por ello, pero tuvo que dejarlo para ayudar a la familia estudiando enfermería y podología. Entonces nací yo, con toda esa pasión por la actuación heredada de forma generacional y bullendo con fuerza dentro de mí. Quise dedicarme a la interpretación desde que tengo uso de razón; y siento que, de alguna forma, he cogido el testigo de ellas.
Uno de tus platos fuertes es el humor, la impro… Estuviste en Improclán muchos años… ¿Cómo es tu estilo para hacer reír?
Diría que una mezcla de verdad, inocencia, ingenio, estructura de las historias…
¿Referentes de la comedia… de aquí y allá?
Mis compañeros y compañeras de escena han sido mis mayores referentes; en primer lugar, Juan Dávila, de quien aprendí mucho tanto en Improclán, nuestra compañía de impro en los inicios, como ahora viéndole actuar cada día: trabajo como su “road manager” y veo todos los shows. Pero he aprendido muchísimo también de Andreu Casanova, Virginia Riezu, Rubén Tejerina, Eva Soriano, Edu Ferrés, Abián Díaz, Diego Ingold… De alguna manera, todas las personas con las que he actuado me han aportado mucho y me han servido de referentes.
¿Cuántas veces te han preguntado -un clásico- si la ‘impro’ estaba preparada? ¿Y qué trucos darías para dominar y disfrutar este género?
Alguna vez sí… (risas). En ocasiones, la gente no puede creer el salto al vacío que hacemos en cada actuación y necesitan pensar que está preparado, que es imposible que salga tan bien si no… Pero no, nada está preparado: esa es la gracia. En la impro saltamos al vacío, no sabemos qué va a pasar, el público tampoco… A mí esa adrenalina me fascina. Ese campo abierto a la creatividad y la cocreación con el público y mis compañeros de escena. El truco de la impro es algo con lo que las improvisadoras e improvisadores bromeamos a menudo. Decimos: “El secreto de la impro es…” y nunca acabamos la frase. Nunca nadie sabrá cual es el secreto de la impro. Para mí, la clave es confiar en que siempre sale algo cuanto más relajada y atenta estés en escena. Es parecido a la meditación en cuanto a que has de estar lo más presente posible en el momento, sin anticipar, sin agarrarte a lo que ya ha pasado. El presente -regalo- del presente.
Ejerces de “road manager” del gran Juan Dávila, amigo tuyo y uno de los iconos de la escena. ¿Cómo estás viviendo La capital del pecado?
Está siendo increíble. Conozco a Juan desde hace nueve años; siempre hemos estado muy unidos. Verle crecer así profesionalmente me hace tremendamente feliz porque se lo merece muchísimo. Es de las mejores personas que conozco, y de las más trabajadoras. El cambio en su carrera ha sido un salto radical. Ha pasado de estar a punto de que le echaran del teatro a que le reconozcan hasta en los lugares más recónditos de España; bueno, y de fuera de España: estuvo unos días de vacaciones en Marrakech y hasta allí le paraban los locales para hacerse fotos. Es un currante y he aprendido mucho de él en ese sentido, se acuesta trabajando y se levanta trabajando. Además de toda la comedia de alta calidad que veo cada semana en su show. Me está enriqueciendo mucho. Y a él también le dicen a veces que su show está preparado y nos meamos de la risa. Es imposible preparar lo que ocurre en los shows. Él sale cada día a pecho descubierto delante de miles de personas, sin tener nada preparado, sólo confiando en su talento para manejar las situaciones más locas que he visto en un escenario… y sacar comedia de ellas, que todo el mundo se ría y se sienta partícipe. ¡Es admirable!
Ahora lanzo un test corto y al pie. Respuestas de una línea…
-La cultura para ti es… Una parte esencial para crear humanidad, para crecer como sociedad, para entendernos en profundidad.
-Las redes sociales son… Una herramienta, la forma en cómo la uses es lo que hará que aporte o que reste. Hay que poner mucha conciencia en cómo las usamos, sobre todo, cómo las consumimos.
-Comunicación Audiovisual… La carrera que hice cuando no me atrevía a trabajar de actriz. Pero estoy muy agradecida, me aportó mucho más de lo que esperaba.
-La televisión y el cine… Me alegra ver que están evolucionando al mundo que está creando las plataformas de contenido ‘streaming’. En breve, podréis verme en una serie diaria de RTVE.
-‘Stand up comedy’… No soy muy consumidora de ‘stand up’, me parece algo complejo y admirable hacer reír al público con el texto que has escrito.
-Crowdwork… Bien hecho, me parece maravilloso. Pero hacerlo bien es muy difícil. Es una disciplina más, no tiene por qué hacerlo todo el mundo. Cada artista, cada cómica o cómico tiene un fuerte que ofrecer al público.
–¡Vaya movie!… Mi show de impro junto con Rubén Tejerina. Estamos en el Arlequín. Es muy divertido, mezclamos películas con improvisación, un planazo para el público. ¡Salen felices!
-Improclán… Mis raíces en el mundo de la interpretación y la improvisación. Mi familia. Estoy enamorada de la época que viví en Improclán.
–Búffalo… La primera obra de teatro profesional que hice junto con Juan Dávila, Alberto Amarilla, Ángeles Martín y Jack Jameson. Me hizo tremendamente feliz.
Un lugar en la vida para reír a carcajadas…
¡La vida misma!
Mi mantra en RNE y otros medios, como Godot: ¿vivimos una edad de oro del ‘stand up’, los podcasts de humor, la escena cómica?
No lo sé, pero ojalá que sí y que dure mucho tiempo. Es bueno para el público, que tiene más oferta de humor; para los artistas, que podemos investigar nuevas formas de hacer humor; para los teatros, los bares, las plataformas…
¿Y qué decir de ese proyecto con otro de los nombres propios de la comedia, Andreu Casanova?
Hemos estrenado nuestro podcast Saber y reír. Es un podcast en directo que estamos haciendo en el mítico Beer Station, la casa de la comedia en Madrid. Mezclamos datos curiosos -saber- con comedia -reír-. Lo subimos a varias plataformas de podcast y son episodios cortos. ¡Venga, ponte uno, que te va a gustar!
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.
The office es mi ‘confort serie’. Me la pongo siempre para reír y sentirme bien. También la serie de The Marvellous Ms Maisel, para sentirte una cómica empoderada y gritar “¡Tits up!” cada vez que vas a salir a escena.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntar?
Nada Jorge, qué buena entrevista. ¡Eres un grande!
¿Un mensaje para la posteridad a los lectores de Godot y dónde seguirte?
Toda la vida pensando “¡Jo, cómo me gustaría salir en la revista Godot!” cada vez que me llevaba una a casa a la salida de los teatros… ¡Y ahora, mira! ¡Aquí estoy! ¡Hola, mamá, saludos desde la Godot! ¿Qué fuerte, eh? Y lo de seguirme… En mis redes, soy @alicia_ledesma, y lo que más uso es Instagram. Si quieres escribirme un mensaje, te leo encantada. ¡Gracias por la entrevista y gracias a ti por leerme! ¡Abrazos!
¡Infinitas gracias, viva la comedia y los mejores deseos, Alicia!