1961, Sanatorio Penitenciario de Navafría. Pacífico Pérez, enfermo de tuberculosis, está en prisión por haber cometido un asesinato y va a ser juzgado y presuntamente condenado a garrote vil, por otro crimen. El Dr. Burgueño, con el fin de ayudarle le convence para que le hable de su vida, pues intuye que detrás de Pacífico y sus acciones se esconde algún misterio aún no descubierto, y que lo haga delante de un magnetófono por si el relato pudiera servir para su defensa. Pacífico Pérez ha vivido rodeado de un ambiente de agresividad y violencia porque sus antepasados -su bisabuelo, su abuelo y su padre- están marcados por las guerras diversas en que han intervenido. El recuerdo de sus guerras es la razón de sus vidas y no dudan de que a Pacífico le llegará la suya. Y quieren prepararle para ella.
Conocemos también su primer y único amor con la Candi, y sus relaciones fundamentales con su madre, su tío Paco y demás personajes de su entorno. También su íntimo concepto de la libertad y los valores morales y, en suma, su perplejidad ante las reglas del mundo que le rodea y que expresa con el léxico campesino de Castilla, hoy en día prácticamente desaparecido, y que resulta apasionante escuchar tanto por la utilización del lenguaje como por el sentido del humor que desprende.