«Del ‘stand up’ se deriva una libertad que no se encuentra en ningún otro arte»
Silvia De Frente (Bogotá, Colombia, 1994) es el nombre artístico de una cómica polifacética que ofrece un humor ecléctico, un menú de “sopa de coliflor con pimienta, dildos y popó”. Así lo define en Godot la monologuista, que celebra el buen momento del ‘stand up comedy’, cree en la inspiración que te pilla trabajando y recuerda cómo cambió su profesión de ingeniera civil por algo que le hiciera sentirse viva… ¡La comedia! Y aquí está. Lleva poco tiempo en España, pero esta “adicta a las risas” ha llegado a la escena como un ciclón. Premisas cotidianas, remates ingeniosos, gestualidad y muy buen rollo… ¡Atentos a Silvia De Frente!
Silvia de Frente
Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Quién es Silvia Castañeda?
Es Silvia De Frente, y como toda buena ‘millennial’, tiene toda clase de trabajos y ocupaciones que no le dan suficiente dinero para vivir. Entonces, entre ingeniería civil, profesora de matemáticas, historia del arte, excursionista y comediante, escogió la más rentable: monologuista cómica. Por eso, pidió dinero prestado a mami y papi para hacer un máster en España en teatro y artes escénicas, que terminó no teniendo nada que ver con los monólogos… y vino a Madrid a ‘estudiar’ mientras come jamón serrano y españoles.
¿Y cómo es tu humor –tus monólogos- para quien aún no te haya visto?
Me encanta hablar sobre los españoles y sus rarezas. Mantengo un humor blanco, costumbrista y un tanto gestual, aunque sí meto picante escatológico, sexual y una pizca de humor negro. Es decir, una sopa de coliflor con pimienta, dildos y popó.
Llevas menos de un año en España y no paras de actuar en salas. ¿Cómo te encuentras? ¿Crees que vivimos una edad de oro del ‘stand up comedy’?
Me encuentro en crisis, gracias por preguntar (risas). Crisis porque tengo 28, siento que el mundo se acaba, quiero un novio, no soy millonaria y creo que todo se resuelve adoptando un gato… Sí, creo que el ‘stand up’ viene en un boom cultural desde hace 20 años hasta la actualidad. Hay quienes dicen que es el nuevo teatro. Yo no. El teatro siempre existirá desde su expresión más clásica hasta la más contemporánea, pero el ‘stand up’ es una vertiente de la cual se deriva una libertad que no se encuentra igual en ningún otro arte. Un comediante cuenta con dos aspectos cruciales con los que no cuenta ninguna otra profesión, panelista o artista: la atención y la imprudencia. Ni a los sacerdotes ni a los profesores ni a los políticos ni a los reyes ni a los panelistas en congresos se les pone tanta atención como a una cómica: la gente paga dinero por ir a oírte. Hay que parar un segundo y pensar eso otra vez. ¡La gente paga dinero por ir a oírte! Y puedes decir lo que quieres y como quieras. No estás en el escenario para interpretar el texto de nadie más; eres tú, profundamente tú, desnuda frente al juez más espectacular y cruel: el público. Entonces entra a jugar la imprudencia. En una sociedad donde cualquier palabrita o gesto puede ser usada en tu contra, la comediante cuenta con un arma letal: “Son chistes”. Argumento básico, cobarde y valiente a la vez que te saca de cualquier lío y previene evitar que te cohíbas a la hora de escribir tu material. Una de las batallas políticas más duras de Donald Trump fueron los cómicos porque podrían ridiculizar desde su pelo naranja hasta su misoginia, haciendo que en la mente del público quedara ridículo para siempre. ¡Vaya poder el que tenemos los y las cómicas…! Para volver a la pregunta: el ‘stand up comedy’ en sí es oro, pero llegó la era en la que lo podemos practicar.
¿Qué significa el humor para ti en todos los sentidos (vital y profesional)?
El humor para mí significa principalmente superación. Cuando mis padres se divorciaron, mi hermano -mi persona favorita en el mundo y tremendamente más cómico y brillante que yo- se burlaba de lo incómodo de la situación. Hoy en día recuerdo esos días y no puedo evitar reírme; no fue para nada traumático y siento que el humor es lo que nos atraviesa en momentos difíciles y reescribe las narrativas en la mente para vivir vidas chistosas y alegres. Profesionalmente, el humor es una especie de inspiración que a veces llega y a veces se va. No soy chistosa todo el tiempo, pero cuando me dan un aguardiente y un buen grupo de amigos no puedo parar de contar historias llenas de remates. Sin embargo, como dice Picasso: “Yo creo en la inspiración, pero en la que llega trabajando”. Así que, profesionalmente, cuando no me siento llena de humor intento escribir igual y, por lo general, algo llega, los chistes se mejoran, se cambian o se eliminan. Lo importante es trabajar y creo firmemente que hasta el humor se puede trabajar y nutrir.
Un clásico que no te preguntan nunca… ¿Cambia mucho el humor de Colombia a España?
El humor un poco, el mundo de la comedia ni hablar. El humor en Colombia se ha quedado un poco en ‘gomelos versus ñeros’ o ‘pijos vs. canis’ y temas como la marihuana, las putas y la paja. No todos, pero sí muchos. En cambio, el humor en España lo noto bastante regionalista. Se hacen demasiadas referencias a los de Murcia por alguna razón que todavía no logro entender. En cuanto al mundo de la comedia, en España se es mas organizado, en general. Los ‘open mics’ son programados con anticipación, los shows comienzan a la hora exacta, los presentadores tienen minutos estrictos para hacer antes del show de otro u otra cómica. Por otro lado, el público es más abierto hacia las mujeres. En Colombia sentía cierta resistencia del público al ver que el siguiente comediante era mujer; en España, es por ser latina.
Eres ingeniera civil… ¿En qué momento supiste que tu vida realmente es la comedia? ¿Cuál es ese Rubicón que te hace cambiar de sitio?
Cuando terminé con ‘el Imbécil’ quise buscar algo que me hiciera sentir viva y busqué grupos de teatro cuando todavía estudiaba el grado de ingeniería civil. No me uní a ningún grupo de teatro, pero encontré un taller de ‘stand up comedy’ que impartía Bobby Comedia, así que lo tomé. Y me volví adicta a las risas. No he parado desde hace cinco años de subirme a los escenarios. La respuesta menos censurada sobre cambiar de sitio es porque quería escapar, conocer una comedia diferente, nueva, independizarme de mi padres y salir de fiesta los martes.
¿A quiénes admiras del mundo de la comedia?
Radagast, argentino, es mago, payaso, monologuista cómico, músico y locutor; amo su constancia, amo cómo ha estudiado su arte y amo que junte disciplinas para volverlas propias. En España siempre he admirado a Luis Piedrahita, pero al llegar aquí muchos se han sumado a la lista, como Goyo Jiménez o Dani Rovira. En Colombia admiro a Alejandro Riaño por su capacidad de improvisación y la buena persona que es con todos los que trabajan con él. Y en anglo, admiro a Ellen Degeneres, Taylor Tomilson y Pete Davidson.
Una pregunta clave en Godot, ¿para ti la cultura es…?
La lucha colectiva en contra del egocentrismo.
Varios conceptos unidos a ti, Silvia. Test raudo…
- Stand up comedy… ‘Stand Up every time you fall’, ‘Stand Up for what you believe’, ‘Stand Up Comedy’.
- Café 1907… Como en casa.
- El Golfo Comedy Club… El club más lindo para hacer comedia.
- No es fácil ser fácil… Y es demasiado difícil ser difícil.
- Bogotá, Colombia… Frío.
- Madrid… De mi corazón.
- Redes sociales… Hago juegos en mis historias.
Un momento inolvidable fuera de los escenarios…
Los amaneceres en el Amazonas, el desierto o la alta montaña colombiana.
Un lugar o contexto para reír mucho, aparte de los iconos aludidos…
En mi vida amorosa.
Una película, canción o serie para sentirnos bien en épocas difíciles.
Is it cake?, Sugar rush, Bakeneer… Cualquier ‘reality’ de repostería.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntarte, Silvia?
«¡Cuéntame un chiste!»… ¡Detesto que me pidan un chiste! (risas).
¿Un mensaje de Silvia De Frente para la posteridad?
Es el arte quien nos permite ser humanos y mantenernos con corazones de carne, así que para evitar el corazón de piedra id a ver comedia.
¡Mil gracias, salud, abrazos y viva la comedia!