En total, durante el Festival tendrán lugar 120 representaciones teatrales tanto en el Teatro Romano de Mérida, como en las extensiones de Cáparra, Medellín y Regina, así como en distintos emplazamientos de la capital extremeña; 7 proyecciones de cine; 3 ballets; 25 talleres y cursos; 3 encuentros con más de una decena de conferencias y actividades diversas; 4 exposiciones tanto en el MNAR como en la sede del festival y, en Lisboa.

Además, este año se incorpora como escenario del Festival el emblemático y renovado Teatro María Luisa, cuya recuperación arquitectónica se inaugurará con 5 espectáculos: ¡Qué salga Aristófanes! de la compañía Els Joglars; Penélope, del Ballet de Murcia; Antígona de Sófocles, en versión de la compañía portuguesa Chapitô; Numancia de Cervantes, una coproducción de Nao d’Amores y la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y Las Bingueras de Eurípides de Las Niñas de Cádiz.

El Complejo Teatral de Buenos Aires de Argentina inaugurará el 1 de julio esta edición con una versión de Julio César protagonizada por la reconocida actriz Moria Casán y seis mujeres más en escena. El festival se extenderá hasta el 21 de agosto.

 

 

68 Festival de Mérida

 

 

Por Redacción

Foto de portada: Moria Casán, al frente del elenco de Julio César

 

La 68 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida se ha puesto en marcha y ofrecerá cultura hasta el próximo 21 de agosto. Casi dos meses de certamen que convierten a la localidad extremeña en uno de los destinos imprescindibles para los amantes de las Artes Escénicas. En esta ocasión, el espectacular Teatro Romano de la ciudad acogerá 9 espectáculos nacionales e internacionales, con gran presencia femenina, entre los que no faltará música, danza y por supuesto, los mejores clásicos. Una programación cuidada, pero difícil de elaborar. “Cada año resulta muy complicado armar la selección de propuestas, porque los títulos de temática grecolatina o grecorromana son muy reducidos y cada año hay que intentar ofrecer un estreno nuevo y no es fácil. No es como, por ejemplo, con los trabajos del Siglo de Oro donde sí hay más oferta de títulos. Aquí no”, es lo que nos explicaba Jesús Cimarro, el director de este gran evento, en el podcast teatral La Corbata & Revista Godot.

La apertura del festival es sin duda uno de los platos fuertes de esta edición. Desde el Complejo Teatral de Buenos Aires, Argentina, nos llega una versión de Julio César (del 1 al 3 de julio), obra original de William Shakespeare dirigida por José María Muscari y protagonizada por Moria Casán, una de las grandes divas de las Artes Escénicas argentinas. Es una propuesta muy innovadora, que mantiene la esencia del texto original, pero en el que se han invertido los roles de género, los papeles masculinos los hacen mujeres y viceversa.

La siguiente propuesta será Safo (del 6 al 10 de julio), obra creada por Christina Rosenvinge, Marta Pazos y María Folguera. La propia Rosenvinge será una de las protagonistas de este poema escénico, musical y visual que explora la figura de la gran poeta de Lesbos.

 

 

Como podemos ir comprobando esta edición del festival destaca por la notable presencia de mujeres, tanto en los equipos artísticos como en la elección de las figuras de la mitología clásica protagonistas de los montajes, algo que no se ha dejado al azar desde la dirección: “Yo siempre tengo muy claro qué línea argumental quiero que tenga cada edición, y en esta por ejemplo hemos mirado a la mujer y hemos buscado propuestas de equipos femeninos y que hablen de mujeres”, sigue comentando Jesús Cimarro.

Del 13 al 17 de julio será el turno para El misántropo, una adaptación teatral de Carol López y Xus de la Cruz sobre el texto original de Menandro. La maravillosa Assumpta Serna ha creado, junto a Scott Cleverdon, la obra Minerva (del 20 al 24 de julio) que nos descubre a una inteligente y respetable mujer romana adelantada a su tiempo. La danza pondrá el cierre al mes de julio de la mano del Ballet de Rafaela Carrasco con Ariadna, al hilo del mito (26 y 27 de julio); y el espectáculo De Sheherazade (del 29 al 31 de julio) de la compañía de María Pagés, la recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, junto a Carmen Linares.

El mes de agosto arranca con Miles Gloriosus (del 3 al 7), obra original de Plauto dirigida por Pep Anton Gómez y que está protagonizada por Carlos Sobera y Elisa Matilla, entre otros. Seguirá El aroma de Roma, una comedia musical de Woody Aragón, Fernando Lancha y Santiago Lancha protagonizada por Leo Rivera y Agustín Jiménez. Y se termina el mes en el escenario principal con La tumba de Antígona de María Zambrano, con versión de Nieves Rodríguez y Cristina D. Silveira.

 

 

Nuevos espacios. Nuevo impulso

Este año, este prestigioso festival suma un nuevo espacio dentro de la programación teatral, el Teatro María Luisa. “El Teatro Romano de Mérida es el teatro más grande de España y debido a su majestuosidad no siempre he podido traer todos los espectáculos que hubiese querido porque requerían otras condiciones para poder exhibirse. Este año contamos con el Teatro María Luisa, que es un teatro de hace 100 años, pero que se ha reconstruido entero por dentro, que cuenta con la última tecnología y tiene unas 450 butacas que nos permiten, ahora sí, ofrecer propuestas distintas”, nos explica Jesús Cimarro.

El Teatro María Luisa acogerá 5 espectáculos durante el mes de julio. Estrena este nuevo espacio el Ballet Español de Murcia con Penélope. Continuará una versión de Antígona (16 de julio) de la reconocida compañía portuguesa Chapitô, quienes visitan el festival por primera vez. Se trata del 38o montaje de su repertorio, en el que siguen explorando el estilo de la comedia visual y física que invita a la imaginación del público.

El 23 de julio será el turno para Numancia, la gran propuesta escénica de Nao d’amores y Compañía Nacional de Teatro Clásico. Las -grandísimas- Niñas de Cádiz, que tampoco se pier- den una porque talento tienen para ello, ofrecerán Las bingueras de Eurípides (30 de julio). Y para cerrar la programación de este nuevo espacio llegará Els Joglars y su propuesta ¡Qué salga Aristófanes! (31 de julio), espectáculo que conmemora el 60 aniversario de esta mítica compañía.

El festival vuelve a contar, un año más, con las extensiones en Medellín, Regina y Cáparra (y Madrid, donde ya hemos podido disfrutar de las obras en junio) en las que podrán verse algunas de las obras que triunfaron en la pasada edición como Los Dioses y Dios de Rafael Álvarez El Brujo, Mercado de amores, Las Suplicantes e Hipatia de Alejandría, y además una nueva producción en colaboración con la ONCE: 2500 años de Antígonas y Creontes.

 

 

Evento imprescindible

“Para elaborar la programación hay que buscar el equilibrio entre la parte cultural y la parte popular y no siempre se acierta, pero cuando aciertas es una maravilla”, sigue contándonos Jesús Cimarro, uno de los empresarios culturales más importantes de nuestro país, con un largo y exitoso recorrido al frente de Pentación Espectáculos y que lleva ya 11 ediciones encargándose de este Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, y al que, gracias a su labor y a la de su equipo, ha puesto en un lugar preponderante dentro del panorama cultural de nuestro país. “Hemos logrado tener 2200 espectadores diarios de media en el Festival y creo que es uno de los 15 eventos culturales más importantes del país”. Sin duda que sí, y es un festival que genera mucho en todos los ámbitos, sobre todo para una tierra como la extremeña que no siempre se siente bien tratada por el centralismo imperante. “Este festival público-privado tiene que apoyar al tejido teatral de Extremadura. Cuando yo asumí el cargo propuse que tenía que haber dos espectáculos coproducidos por compañías de la tierra en el teatro romano, cosa que no había antes de que yo llegara, y eso ha servido para que el teatro extremeño luego esté presente en la programación de otros teatros de este país, algo que antes costaba mucho”. Beneficios para una tierra que la gente tiene que conocer. Y es que es muy importante que se hable de todas estas cosas para que la gente tenga en cuenta la verdadera dimensión de la Cultura, todo lo que aporta -a todos los niveles- en un país como el nuestro. “Hay que saber comunicar lo que hacemos y los medios de comunicación tienen que hablar de este tipo de eventos, por eso es tan importante la labor de los medios que se dedican a la Cultura. Tenemos que reivindicar el espacio que ocupamos. ¿Y eso cómo se hace? Dando cifras a Hacienda. Cuanto más trabajo genere la Cultura más recibe el Estado. Pero, como sector, nos da vergüenza hablar en estos términos y así nos tratan siempre, como si no importáramos”.

Hay que dar datos y cifras, porque así podemos rebatir ciertos argumentos que todos y todas las que nos dedicamos a la cultura hemos escuchado en más de una ocasión, algo que ese ‘cuñadismo’ que nos rodea esparce sin pudor, aunque sea falso. Y por eso y aunque no tenga mucho que ver con el tema que nos ocupa en estas páginas -o sí-, quiero terminar con estas palabras acertadas de Jesús Cimarro que nos pueden ayudar para cerrar ese tipo de conversaciones. Y es que con datos todo queda mucho más claro: “La Cultura y las Artes Escénicas están en el puesto 25 de ayudas públicas. Esto quiere decir que hay 24 sectores que reciben más dinero y que están más subvencionados que el nuestro. La Cultura ha sido muy necesaria en estos dos últimos años de pandemia para no tirarnos por la ventana cuando estábamos encerrados en casa, así que dejen de llamarnos subvencionados, somos imprescindibles”.

 

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