Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Cómo se definiría Emilio González a estas alturas del show?
En estado constante de aprendizaje. Y cada vez más disfrutón.
¿Dónde podremos verte y reír a gogó con tus Historias sin importancia?
He estado actuando todos los domingos en OFF Latina hasta el confinamiento. Os espero a todxs allí cuando todo esto acabe.
El humor para ti es…
Un misterio maravilloso. ¿Por qué reímos? Un misterio al que estoy dedicando mi vida. Creo que si el humor no existiera, ya nos hubiésemos extinguido hace mucho tiempo.
El teatro y la cultura son…
Mucho más necesarios de lo que imaginamos. El teatro y la cultura nos ayudan a tener un pensamiento crítico. Sin ellos somos más manipulables.
Las redes sociales son al humor…
Buuuuuf, no lo sé. Creo que a las redes les hace falta más sentido del humor. Pueden ser un medio maravilloso para el humor y también un altavoz terrible para la falta de humor.
¿Cómo es tu día a día, amigo? ¿Cómo creas y te inspiras?
Me inspira la gente corriente y las situaciones cotidianas. Pienso que lo más gracioso le pasa a nuestra vecina de al lado o al tipo que se come una tostada en un bar. Solo hay que saber mirar y escuchar.
Tú que sabes mucho de esto… ¿vivimos buenos tiempos para el humor?
El humor es una caricatura. Una exageración que no se tiene que tomar como nada personal. Es necesario para el alma. El sentido del humor es un síntoma de inteligencia. Una sociedad con poco sentido del humor es una sociedad muuuuuuu tonta.
¿Qué y quiénes te hacen reír en esta gran -como me gusta definirla- “edad de oro de la comedia”?
Las chirigotas de Cádiz y Buenafuente en todo lo que haga. En este mundo de la comedia llena de genios y genias tengo algunos cómicos de cabecera: JJ Vaquero, Álex Clavero, Ernesto Sevilla, Virginia Riezu, Ana Morgade y Ángel Rielo. Con todos he tenido la suerte de trabajar, menos con Ernesto Sevilla.

Conceptos unidos a ti, Emilio… Tipo test de respuestas muy breves. ¡Acción!
¿Cómo fue tu primera vez… en escena?
Nervios y muchas mariposas en la barriga. Veintidós años después, la misma sensación.
¿Consejos para un buen monólogo? ¿Hay temas claves para desatar carcajadas?
Desprender verdad. Eso el público siempre lo capta y cuando no la recibe suele no perdonarlo.
Un momento inolvidable o una anécdota fuera de los escenarios…
Una vez una pareja en Valencia se conoció en una de mis actuaciones. A día de hoy, siguen juntos. Soy el ‘Cómico-Cupido’. (Risas).
Un teatro o lugar para reír a carcajadas. De Madrid o el mundo entero.
Lugares hay muchos en Madrid. Me cuesta quedarme con uno. Pero mi agradecimiento a todos los que programan comedia. Quizás uno de los mejores es el Congreso de los Diputados.
Una película, libro o canción para sentirnos bien en épocas anodinas.
Recomiendo encarecidamente a Lichis, excantante de La Cabra Mecánica. Sus letras están llenas de ironía. Te despierta esa media sonrisa tan necesaria. Libro: La conjura de los Necios. Película: cualquiera de los Hermanos Marx.
Algo que me haya olvidado y te parezca ignominioso que se me olvide…
Desde hace años, minutos antes de empezar el show me asomo a ver el público sin que ellos noten mi presencia y me los imagino desnudos. Me ayuda a gestionar los nervios. Soy un tipo raro. Tengo que decir que mi público gana mucho en pelotas. (Risas).
Un mensaje a los lectores de Godot y teatreros del mundo, amantes de la cultura, el sexo salvaje y los espectáculos más osados…
Gracias por leer esta entrevista hasta el final. Me encantaría que vinierais todos a verme e imaginaros desnudos. Se os quiere y desea.
¡Palabras de Emilio González! ¡Gracias, amigo! ¡Salud, suerte y viva la comedia!