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Fotos: Diego Conesa y Daniel Pérez
«Mira. Mírame. Aquí me tienes. Me presto a este experimento para que veas que no soy yo ese macho que buscas.
Ponme cualquier prueba, la superaré sin mácula porque te estás equivocando de objetivo. Y te entiendo. Te comprendo. Gritaré contigo. No soy yo el que lo necesita, pero si así lo quieres, te acepto este viaje.
Pasemos por todos esos sitios donde se ha construido mi armadura. Llévame a cualquier extremo, estoy preparado para mirar en todas las direcciones. Atento a cualquier grieta.
Y si soy responsable, haré propósito de enmienda. No puede ser tan difícil.
Mientras… Mira. Mírame. Mira».
¿Qué significa ser hombre hoy? En MACHO nos adentramos en el viaje de la construcción de la identidad masculina. Desde la niñez, la adolescencia, el descubrimiento del sexo y la mujer, hasta la violencia, la relación con otros hombres y el sentimiento de pertenencia.
¿Qué pasa cuándo toda esta construcción identitaria colisiona con la eclosión actual del feminismo? A través de un solo actor que encarna diferentes facetas de la masculinidad, buceamos en un fuerte intra-conflicto: el de las incoherencias, pulsiones y verdades no dichas de un hombre que quiere luchar por el cambio pero cuya educación y manera de entender la realidad se convierten en sus propios enemigos.
En plena revolución feminista, cada vez es más claro cómo el patriarcado afecta a la construcción identitaria de las mujeres. Micromachismos, juicios invisibles y conductas aprendidas se analizan para hacer una sociedad más justa. Sin embargo, en esta reconstrucción social, ¿cuál es el rol del hombre? Diferentes manifestaciones culturales empiezan ya a poner el foco en el concepto de las nuevas masculinidades como un paso imprescindible para el cambio.
En MACHO: Crónicas de identidad perdida nos invitan a realizar un viaje a través de diversas facetas de la masculinidad, con un personaje simbólico que se enfrenta a quién realmente es, quién quiere ser y quién no debería ser. Un ejercicio para desmontar lo aprendido conjuntamente, para reevaluar la moral que nos juzga a todos, independientemente de nuestro género.
