Para los antiguos filósofos griegos, la ataraxia, literalmente «ausencia de turbación», es el estado de ánimo gracias al cual el ser humano, al disminuir la intensidad de los deseos o temores que alteran su equilibrio físico o mental, logra fortalecerse ante lo adverso, mantenerse sereno e imperturbable en relación con el alma, y alcanzar así la felicidad.
Este espectáculo actualiza esta noción en un puzzle o juego de apariencias donde cuatro personajes pugnan por ser felices. La acción, ubicada en el Madrid de estos días, va entrelazando las vidas de una funcionaria, un psicólogo, una bailarina y un filósofo. Dos son españoles, dos son cubanos. Los paisajes de esta ‘comedia en tiempo de treta’ hablan sobre ideologías que mueren y renacen, instintos postergados, prejuicios y anhelos que no se confiesan. Pero, por encima de todo, Ataraxia quiere ser ese disparo del amor, que puede con todo y borra cualquier frontera, incluso la más secreta.