Dos soldados en una guerra a orillas del Mediterráneo, hoy en día. Uno resiste el acoso de las balas, el otro ya ha fallecido. El primer soldado narra su historia, en su desesperación le habla a la luna, su única compañera en el silencio de la batalla. Por fin es matado.
Como en La Odisea, su sangre permite que hable el compañero muerto, que se revela como un muchacho muerto en la Guerra Civil Española. Se diría que el espectro habita el cuerpo de otro, del mismo modo que le mataron, usaron su cuerpo y lo disfrazaron con el uniforme de un primo suyo republicano, que se salvó.