Dani Delacámara (Madrid, 1968) es el gran impulsor de la Risiliencia. Así se titula su espectáculo actual, donde invita a superar los problemas con humor. Monologuista, formador, presentador de eventos, imitador y colaborador en diferentes medios, nuestro protagonista aboga por entrenar la risa para vivir mejor. Desprende buen rollo en todo lo que hace y considera la cultura como "algo que nos une a los 8.000 millones de seres humanos que pululamos por el planeta". Imperdible. ¡No hay más preguntas, señoría! Bueno, sí, unas cuantas en esta entrevista al gran Dani Delacámara, comunicador poliédrico -con mención especial a sus cursos Zen Comedy-, sabio, risueño y meditabundo…
Y podemos comprobar todo esto en una función este 19 de mayo de 2025, en Galileo Galilei.
¡Bienvenido a Godot!
¿Cómo se definiría a sí mismo Dani Delacámara a estas alturas del show?
Me gusta eso de “a estas alturas del show”, Jorge, porque es de lo que más orgulloso estoy de mi carrera: siempre he vivido de hacer reír a los demás. Empecé accidentalmente actuando en una entrega de premios de tenis con 14 años y ahora tengo 57 -muy bien llevados, por cierto- y nunca he tenido otra profesión. Definirse a uno mismo es una pérdida de tiempo: si te pasas, te llamarán egocéntrico; y si te quedas corto, quedarás como un soso (risas).
¿Cómo es tu estilo de comedia?
Mi estilo de comedia es de buen rollo. A mí la comedia me ha salvado la vida, el matrimonio, mi relación con mis hijos, mi familia, el vivir de lo que me gusta… Trato que todo el bien que me ha hecho la comedia se lo pueda devolver a los demás. Sigo la idea del Dalai Lama de que cuando has empezado a tomarte con humor un problema has empezado a superarlo; y por eso todos mis monólogos son de superar problemas con humor y, últimamente, me centro en el peor problema de todos: ese amigo interior que todos tenemos dentro que jamás elegiríamos como amigo en el exterior…
¿Por qué ir a ver tus espectáculos, amigo? ¿Cómo es Risiliencia, monólogo con un enfoque tan genuino y necesario frente a las adversidades?
Risiliencia es lo que he estado haciendo toda mi vida: superar problemas con humor. Mucha gente seria como Freud o la Universidad de Harvard han investigado y escrito sobre los innumerables beneficios que tiene el humor como herramienta. Lo que nunca ha dicho la gente seria es ¡cómo utilizar esa herramienta! Es como si en la Prehistoria alguien hubiera dicho lo bueno que sería el fuego para el hombre, pero nada de cómo fabricarlo y cómo usarlo. Pues de eso va Risiliencia.
¿Quiénes son tus referentes del ‘stand up’ de aquí o allá, tú que has pasado por El Club de la Comedia, Paramount entonces y hoy Comedy Central… y tantos templos del humor?
Debo mucho a todos los cómicos que había en España cuando yo era niño. Cada vez que veía uno en la tele me abducía y me daba ánimos para ser de mayor uno de ellos. Cuando empezó el mundo de los monólogos ver los espectáculos de Jerry Seinfeld, George Carlin, Ellen DeGenerees, Richard Pryor, Robin Willians, Jim Carrey y tantos otros de esa época fue todo un impacto. Me encanta SNL y, como estudié Periodismo, sigo mucho a John Steward y todos los late-nights americanos.
¿Y qué decir de Zen Comedy, tus cursos y mentorías para vivir con mejor humor, para sacar músculo cómico en nuestro día a día?
Es el segundo gran regalo que me ha dado la comedia: el primero, vivir de algo que me apasiona; y el segundo, poder convertirme en el ‘personal-trainer’ de personas que no son cómicos ni quieren serlo, pero que les gustaría entrenar su humor por los beneficios que tiene. ¡Como el 99% de las personas que practican deporte, que no lo hacen por dinero, sino por salud! Mucha gente tiene la creencia de que no tiene humor, pero eso es imposible. Si eres humano, tienes humor. Punto. Porque es un músculo. A mí me gusta decir -para que todo el mundo lo vea- que el humor es un músculo como el ‘six-pack’ -los abdominales- de Cristiano Ronaldo: potencialmente todos lo tenemos, pero le hemos ido echando capas encima.
Hemos presentado y coincidido en varios eventos, reivindicando siempre -y en distintos ámbitos- el buen humor… ¿El humor lo cura casi todo? Pregunta retórica: ¿la comedia marida con casi todo, amigo?
El humor bien utilizado mejora todo lo que toca; y mal empleado… lo empeora todo. Digamos que es como el Sol: si lo utilizas bien es una fuente inagotable de energía y si lo utilizas como los alemanes en Mallorca te puede abrasar. Por eso conviene entrenarlo bien y es lo que hago con unos mails que mando todos los días gratuitamente para que la gente aprenda algo. Algo con lo que el mundo sería mucho mejor y las cárceles estarían vacías: entrenar el tomarse la vida y a uno mismo con humor.
Ahora lanzo un test corto y al pie. ¡Respuestas de una línea!
-La cultura para ti es: Algo que nos une a los 8.000 millones de seres humanos que pululamos por el planeta.
-Las redes sociales son: Como un primo segundo: sé que está ahí y a veces quedamos, pero no me las tomo muy en serio.
-Stand up comedy: Para mí es como los lienzos y las pinturas para un pintor o la insulina para un diabético.
-Teatro, tele: Amo el teatro, es mi vida y lo será; y la tele fue mi instituto artístico.
-Meditación: Para mí es más importante que el cargador de mi móvil. ¡Con eso te digo todo! Y encima es mi GPS para no perderme por mi vida exterior e interior.
-Un lugar en la vida para reír a carcajadas: En el que estés en este momento. No hay excusas para reírse: no hacen falta más que ganas, es gratis y la risa que no sea ahora mismo te la pierdes para siempre.
Volvemos a las preguntas convencionales… Un clásico que siempre voy preguntando y preguntándote, sí: mi mantra en RNE y otros medios, como Godot… ¿Vivimos una edad de oro del ‘stand up’, los podcasts de humor, la escena cómica, los ‘late nights’?
Puede parecer una edad de oro y es verdad que hay mucha comedia, pero mucho menos de la que hace falta para compensar la cantidad de programas que provocan mal humor, empezando por las noticias, las tertulias y las redes sociales.
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.
Como películas te diría Atrapado en el tiempo o La vida de Brian. Una canción… te diría que es complicado no sonreír con una canción de Abba. Y un libro, pues me estoy riendo mucho con A propósito de nada, de Woody Allen.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntar, querido?
No te lo diría: le pones tanto cariño a todo lo que haces… ¡que no se te puede sacar ningún pero! (risas).
¿Un mensaje para la posteridad desde Godot?
La cuenta corriente que realmente importa no está hecha de euros, está hecha de risas. Si no lo ves ahora, te darás cuenta cuando un minuto antes de morir pase la película de tu vida y veas que es una tragedia. Si quieres transformarla en una comedia, te conviene entrenar conmigo. Ahí lo dejo. Aunque tengas 100 años todavía estás a tiempo, créeme.
¡Viva la comedia y la Risiliencia! ¡Viva Dani Delacámara!