Ramona y Manuel son dos militares que llevan más de 5 meses escondidos en un recóndito refugio de guerra en la montaña. Su único canal de comunicación con el exterior es una radio averiada mediante la cual esperan la llegada de un tercer militar al refugio que, aparentemente, les llevará a combatir.
Sin embargo, la clausura y el ansia por encontrarle sentido a su existencia, ponen en jaque todo aquello en lo que creen, tensando las dinámicas de su relación hacia la fatalidad y obligándoles a revisar su pasado y su relación con su identidad.
El estilo es de lenguaje realista pero con una propuesta poética y conceptual, utiliza el contexto histórico de la guerra para hablar, a través de la memoria histórica, de problemáticas generacionales actuales como la salud mental, la perspectiva de género, la sexualidad.
Esperando Militares hace reír, llorar, y corta la respiración. Es un viaje emocional in crescendo que es tan profundo como dinámico.
¿Quiénes somos cuando nadie nos puede escuchar?