Por Yaiza Cárdenas / @yaizalloriginal
El teatro de Buero Vallejo vuelve a los escenarios gracias al Centro Dramático Nacional. En El Concierto de San Ovidio Mario Gas dirige a un extenso elenco, formado por 14 grandes actores y actrices entre los que se encuentran José Luis Alcobendas, Lucía Barrado, Mariana Cordero, Agus Ruiz o Javivi Gil Valle, tratando de ser lo más fiel posible al texto original del dramaturgo español.
La historia, estrenada por primera vez en 1962 en el Teatro Goya de Madrid, se desarrolla en El Hospital de los Quince Veintes, un hospicio parisino regentado por monjas durante el S. XVIII. Allí Valindin (José Luis Alcobendas), un hombre de clase media-alta sin moral alguna, traza un plan para sacar beneficio a costa de los más necesitados. Comprando con doscientas libras a la monja que regenta el lugar, Valindin consigue que seis mendigos ciegos allí acogidos toquen música con motivo de la fiesta de San Ovidio. Lejos de buscar una oportunidad para los mismos, su único propósito será ridiculizarlos y ganar dinero con ello.
Con esta obra, Buero Vallejo aborda por primera vez la lucha de clases y, según las palabras del propio Mario Gas, realiza una crítica social. “El verdadero poder fastidia, como sigue fastidiando ahora. Sigue habiendo clases y dominaciones” afirma.
La división en estratos de la sociedad es y será siempre un tema de actualidad. En el mundo moderno en el que vivimos, dominado por el consumismo, el dinero ocupa siempre un lugar importante. Mentiríamos si lo negásemos. El dinero nos divide. Marca la diferencia entre ser un burgués o un mendigo, incluso entre ser respetado o no… El dinero nos divide, y siempre lo ha hecho.
Pero la lucha de clases, la sublevación de aquellos ciudadanos que se ven despojados de su dignidad por los que se creen más que ellos, no es el único tema social de la obra. La ceguera es otro punto importante y, debido a esto, la parte del elenco que interpreta a los invidentes ha sido preparada a conciencia. Una instructora de la ONCE ha ayudado a los actores a ponerse en la piel de sus personajes, algo que ha enriquecido personalmente a los artistas. El actor Alberto Iglesias, quien da vida a David, afirma que gracias a este papel ha conocido un mundo nuevo en lo referente a la escucha. También han sido decisivas para la simulación de la ceguera las propias indicaciones sobre los personajes que da Buero Vallejo en la obra. Además, el trabajo en grupo ha sido clave. “Los ciegos somos como los dedos de una misma mano” asegura el actor Javivi Gil Valle, que da vida a Nazario.
A pesar del orgullo actual que siente todo el equipo por el proyecto, llevarlo a cabo ha requerido de grandes dotes de valentía pues, según palabras del propio Mario Gas, “este tipo de obras, con un reparto que supera los diez actores, infunden temor tanto en la empresa privada como en la pública”.
La obra, que Mario Gas ya había intentado representar tanto teatral como cinematográficamente, cuenta con Jean-Guy Lecat como escenógrafo. Este usa las artes vivas para que el espacio sirva para explicar la escena y no ejerza simplemente de elemento decorativo. Con su trabajo, Jean-Guy ha buscado reforzar la presencia de los actores para que esta fuese lo principal en la escena.
La obra, definida por el propio Buero como una parábola, reafirma la importancia de la dignidad de la persona. Una tragedia contemporánea en la que se deja a los dioses en la trastienda, mientras los demonios están en la tierra, explica Mario Gas, quien expresa una gran admiración por la obra y su autor. “Es absolutamente conmovedora. Buero siente pasión y compasión por cada una de sus criaturas”, afirma.
El Concierto de San Ovidio podrá disfrutarse hasta el 20 de mayo en el Teatro María Guerrero y traerá de vuelta al teatro nacional al gran Buero Vallejo, que permanecía sin representarse desde 2003 con Historia de una escalera.
Teatro María Guerrero.
De martes a domingo, hasta el 20 de mayo.