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Una comedia sobre el sentido trágico de la vida

Juan Pastor: “La felicidad no existirá mientras el ser humano sea como es ahora”

La compañía Guindalera Teatro estrena en el Teatro Fernán Gómez CCV su nueva creación sobre una obra de Antón Chéjov, Tío Vania, con dirección de Juan Pastor. Esta versión contará en el reparto con intérpretes vinculados a la compañía madrileña durante años, como María Pastor, José Maya y Aurora Herrero, y con nuevas incorporaciones, como Luis Flor, Alejandro Tous y Gemma Pina.

Conversamos con el director madrileño que nos desvelará en esta entrevista la nueva perspectiva con la que ha querido abordar esta adaptación de una de las obras cumbres de la literatura dramática del siglo XIX.

 

Fotos: Susana Martín

 

¿Qué tiene este texto que se ha representado tantas veces y se ha revisado otras tantas?

Es una de la obras más representadas de Chéjov. Tiene una de las características más especiales que a todo el mundo atrae. No solo Tío Vania, El jardín de los cerezos, Las Tres Hermanas. Todas tienen un componente especial. Son 4 ó 5 obras geniales que a todo el mundo les gusta.

 

Teniendo en cuenta la popularidad que tiene Tío Vania, es difícil imaginar que los críticos de entonces no la recibieran favorablemente. ¿Qué lectura haces de esto?

Hay una segunda versión de la misma obra. Espíritu del bosque fue la primera y no tuvo tanto éxito. Luego llegó el texto que conocemos hoy como Tío Vania. La primera vez que se estrenó creo que lo hicieron precipitadamente. Siempre ha sido un referente especial de Chéjov.

 

En tu caso, ¿desde qué perspectiva vas a abordar esta versión?

Hemos hecho una versión muy diferente a las que normalmente se ven. Yo tengo una relación muy íntima con esta obra desde hace por lo menos 20 años, que la montó el señor Layton. Yo estuve trabajando con él bastante tiempo y estuve a punto de estrenarla. Con el tiempo, vas encontrando otros caminos diferentes. Pienso que la obra habla de los seres humanos que buscan la felicidad. Incluso, una obra tremendamente traumática por el dolor que hace cuando la escuchas. Yo he querido hacer una obra que permite que el paso del tiempo vea las cosas de diferentes formas. En la versión que nosotros estamos trabajando los personajes están muertos, están en el cosmos y nos cuentan lo que se suponía que les ocurrió a los personajes 200 años antes.

Parece ser que el paso del tiempo ofrece algo posiblemente positivo y esto te hace ver los acontecimientos muy traumáticos con una sonrisa. Eso no quiere decir que esos comportamientos fueran positivos, ni muchísimo menos pero el tiempo transcurrido te hace verlos con una sonrisa. Empiezas a ver una luz que posiblemente no existía entonces. El texto sigue siendo exactamente el mismo, solo ha cambiado el tiempo. Los personajes narran con un sentido diferente. Esto puede ser un poco consecuencia de lo que fue para mí el Tío Vania hace muchos años y hoy al revisarla, la veo de diferente forma. Pienso que en Chéjov hay algo de eso. A fin de cuentas nos está hablando de la vida, de la locura del ser humano que está aquí pero siempre está buscando la felicidad pero nunca la encuentra.

 

A la hora de dirigir a tus intérpretes, qué prima para ti, ¿ver personajes o ver personas?

Pienso que es importante ver personas. Eso es fundamental.  Si cuentas con actores con una formación técnica eso es fantástico pero lo primero que busco es una persona. Una persona que comprenda la intención a la hora de comunicar al público.

 

Una comedia sobre el sentido trágico de la vida en Madrid
Juan Pastor

En este texto, ¿hay algún personaje con el que conectas más?

La obra tiene como dos líneas dramáticas: la de Vania que es como un niño pequeño, con una rabieta impresionante, que piensa que todo lo que le rodea está mal hecho, que es el mundo, que es la vida, que es el entorno y otra persona más madura, que podría ser Astrov, y tiene el fondo que podría tener Chéjov. Esas dos líneas son paralelas y se funden con la llegada del profesor y su mujer, que son los que viven en la ciudad y se trasladan al pueblecito donde vive Vania y trastoca todo. Podríamos decir que eso es la vida tú te tropiezas con una serie de circunstancias de una forma o de otra: haciendo la vida imposible a los demás porque soy muy infantil y un desgraciado o de la de Astrov que es todo lo contrario, que sabe lo qué es la vida, que uno busca siempre algo imposible de conseguir, esa felicidad, con algo de madurez, y asume la realidad.

 

En esta pieza, cuentas con actores de siempre de la compañía Guindalera y nuevas incorporaciones. ¿Qué nos puedes destacar de las nuevas y cómo se ha compactado el equipo?

Cuando monto un espectáculo busco colaboradores que veces encuentras y otras no pero no los elige simplemente las circunstancias te llevan a eso. Hay gente que ha trabajado conmigo y otros que no pero lo importante es que se incluyan en la dinámica antes de establecer esa especie de viaje que hacemos todos. No quisiera hacer una distinción entre ellos. Lo importante es que se cree una armonía y creo que todos lo están haciendo. El problema fundamental la falta de medios. En este país, si haces lo que quieres hacer, el gran problema es la decrepitud, uno no tiene los medios que quisiera tener. Cuando los tienes es porque el espectáculo que te han encargado es una mierda (risas). Hay que tener una armonía para que fluya el talento. Si trabajamos con Chéjov creo que lo que ocurre es más importante que lo que se dice.

 

Volviendo al texto, uno de los temas que se abordan es la insatisfacción de los personajes. Hay un momento en el que Vania le dice a Elena: “Día y noche, como un espíritu maligno me atormenta la idea de que mi vida se haya desperdiciado sin remedio”. Si haces balance de tu vida, ¿sientes haber desperdiciado el tiempo en algún momento?

Cuando tienes casi 80 años no tienes más remedio que ajustarte a lo que la vida te ofrece (risas). Creo que los 30 años he sido muy exigente. He pedido demasiado a la vida. Luego me he dado cuenta que la vida te da lo que nos da a todos. Lo bueno es jugar, los hagas bien o mal. A partir de los 60 años empiezas a aceptar que la vida no te puede dar más. Si el entorno no puede cambiar, cambias tú. El problema no está en que la vida es una mierda. El problema está en ti, en que tú vez que la vida es una mierda. Lo negativo, no es tan negativo. El comportamiento de Vania es el comportamiento del ser humano y el comportamiento de Astrov es el comportamiento de Chéjov viendo la vida cómo transcurre.

 

¿En algún momento te has sentido Vania?

Sí, muchas veces (risas). Ahora menos, me considero más Astrov. No sé si vendrá algún acontecimiento que consiga cambiarme. Esa especie de comportamiento absurdo, infantil y dramático de Tío Vania creo que con el tiempo, cuando vas asumiendo el juego de la vida, te vas dando cuenta que no puedes cambiar la realidad y tienes que ajustar a ella. Qué le vas a hacer. La vida es injusta, sobre todo en nuestra profesión y si vives en este país pero bueno qué le vas a hacer. Yo ya no lo puedo cambiar, igual los que vengan detrás… Ya he hecho bastante.

 

Chéjov sostenía que la futilidad era una estado de ánimo, incluso, que las personas más infelices podían encontrar algo por lo que tener esperanza. En el contexto de nuestra sociedad actual, ¿esta afirmación se puede seguir sosteniendo?

Creo que sí. Si yo fuera honesto conmigo mismo, no podría salir a la calle porque coges el periódico y ves las imágenes que por ejemplo vienen de Gaza y no puedes vivir. Es imposible vivir. El comportamiento del ser humano es el que estropea la vida. La vida es maravillosa. Tendríamos que tomar ejemplos de los animales. Salir a la calle es muy difícil, cuando hay una masacre impresionante y están asesinando a miles de niños.  Pienso que Chéjov no hubiera podido vivir 5 ó 6 años más porque hubiese muerto de tristeza y de dolor. Las obras de Chéjov son maravillosas porque te permiten hacer todas estas reflexiones.

 

Una de las palabras que más utiliza Chéjov en sus textos es “aburrimiento”….

El aburrimiento tal y como nosotros lo utilizamos hoy en día parece ser que es una cosa menor pero el aburrimiento es terrible porque genera otras circunstancias más terribles. Por eso hay que ir al diccionario, leer su concepto y comprender qué quiere decir co él al usarlo. La vida es algo maravilloso. Creo que hay que bucear en el auténtico significado. Esos personajes como Elena y el profesor que vienen de visita tienen un comportamiento muy cercano al aburrimiento en ese sentido porque no escuchan lo que la vida les está dando.

 

Una comedia sobre el sentido trágico de la vida en Madrid

 

¿Hay algo que te aburra?

Por desgracia hay muchas cosas que me aburren. Me aburre este país, me aburre esta profesión…

 

¿Puede ser que este texto teatral sea pionero en plantear cuestiones sobre el medio ambiente?

Sí. El personaje de Astrov es una adelantado de su tiempo. Hace más de 150 años  pudiera hablar de la forma en que habla Chéjov, las cosas que dice este personaje son maravillosas. Este señor cómo se adelantó tanto. Pero ojo, lo que está sucediendo es más importante que lo que está diciendo y lo que está diciendo tiene mucha importancia porque tiene que ver con un ecologismo activo. Hoy en día ya se ha aceptado pero entonces era algo totalmente absurdo. La pena es que como han pasado tantos años y se ve como una cosa normal que mucha gente lo practica activamente pero es llamativo.

 

¿Qué actividades o talleres se están articulando en torno al estreno de la pieza?

Uno es la ventana al proceso creativo que consiste en explicarle al publico cuál ha sido el camino que nosotros hemos recorrido hasta el resultado final. Otro lo lleva mi hija María que tiene que ver con un trabajo más técnico que se llama Interpretando a Chéjov pero que se puede aplicar para cualquier autor.

 

¿Qué significado tiene para ti el concepto de felicidad?

Yo siento que es como ir por el desierto y de repente ves a lo lejos un oasis maravilloso, caminas y cuando llegas, el oasis está todavía más lejos y así en bucle. Nunca vas a llegar al oasis, lo importante es el camino. La actitud que tú tienes en el camino hasta llegar a eso que no existe. La felicidad que nosotros estamos buscando no existe, no puede existir mientras la vida y el ser humano sean lo que es ahora. Con el tiempo, nos daremos cuenta.

 

Cómo afectará al trabajo que la compañía Guindalera ha venido desarrollando en el Fernán Gómez tras la salida de Laila Ripoll

No quisiera entrar en esos asuntos porque desde hace años me he dado cuenta que en este país lo más importante es la actitud de partida. Nuestra profesión no existe en este país. Me gustaría vivir en Londres, en Moscú o en París… o en Roma. Pienso que es injusto y creo que ella lo ha pasado muy mal. Ella es una buena persona y muy interesante. Tal y como yo veo las cosas no creo que la compañía Guindalera tenga continuidad en el Fernán Gómez. Nosotros vamos a estrenar. No sé si esto se venderá pero en este momento no pienso en ello. Sólo pienso en el resultado artístico pero tengo el presentimiento de que la labor que he intentado poner en marcha, se va al traste.

 

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