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Temporada Alta, siempre en construcción y crecimiento

“Ha sido fundamental crecer poco a poco”

 

Hablamos con el director del festival, Salvador Sunyer, sobre el festival que cumple este año su 31 edición siendo una de las citas de referencia de las Artes Escénicas a nivel internacional. Con Girona y Salt como sedes principales, su programación podrá verse del 7 de octubre al 12 de diciembre.

 

Un festival imprescindible a nivel internacional

 

Por David Hinarejos

Foto: Isabel Machado. Imagen de la obra Los años, de Mariano Pensotti, programada en el festival.

 

¿Cómo se consigue situar un festival como Temporada Alta (más información) hecho en Girona y Salt como un referente en el circuito internacional de las Artes Escénicas?

Tiene que ver mucho con el tiempo que llevamos. Empezamos con una programación de 4 espectáculos hace ya 31 años. Creo que ha sido fundamental crecer poco a poco y, en un momento dado, lo que nos puso en el mapa fue la programación internacional que conseguimos ir trayendo. Otro aspecto muy importante fue ser puerta de entrada para el teatro iberoamericano en España y en Europa. Llevar a cabo estas dos líneas de actuación en sitios como Girona y Salt fue muy atrevido porque no estamos hablando de una escena como la de Barcelona o Madrid.

 

Supongo que fue muy importante también lanzaros a la producción propia.

Fundamental. Ser un festival que no solo programa sino que también produce y coproduce, en la primera fase espectáculos catalanes, luego nacionales y más tarde internacionales, te permite convertirte en interlocutor de otros grandes festivales por todo el mundo.
Voy a añadir otro aspecto que del que nos hemos beneficiado: llevar a cabo el festival en poblaciones pequeñas. Es algo que siempre es mejor para los festivales, fíjate por ejemplo en el de Avignon (Francia). Lo que ofreces no se diluye tanto como en las grandes ciudades. Todo está más concentrado y la gente que nos visita cada año vive la cita en todos los rincones, es una experiencia más completa.

También, por último, en los últimos años ha tenido mucha importancia para nosotros la Semana de Creación Contemporánea porque a los programadores de fuera lo que les interesa de España es esto, las propuestas convencionales o más clásicas no les atraen porque todos tienen algo así en su país y en muchos casos se hace con más medios.

 

Temporada Alta, siempre en construcción y crecimiento en Madrid
Foto: Martí E. Berenguer. Salvador Sunyer.

¿Vuestra labor de producción tiene más sentido, si cabe, en un país como España?

Sin duda, en Francia no tendría tanto sentido porque poseen 77 escenas nacionales a las que dirigirte para que produzcan tu espectáculo, son muchas puertas para llamar, aparte de los festivales propiamente dichos. Aquí hay muy pocas, el CDN, el Canal, el TNC, el Lliure, algunos festivales y poco más.

 

Más allá de la gente que viene de fuera, habéis conseguido crear un público local fiel.

Ese es otro gran aliado del festival. Haber conseguido estar muy enraizado con el público de la zona te permite arriesgar más en lo que programas porque hay una base que siempre responde. Esta relación con la gente y diferentes sectores de la ciudad te abre, además, las puertas de los patrocinios de empresas que son muy numerosos en nuestro caso.

 

¿Esta edición querías vertebrarla en torno a una idea o temas específicos?

Te voy a ser muy sincero. En general, en todos los festivales el discurso se monta después de tener la programación (risas). Tienes una estructura que quieres llevar a cabo, pero los ejes temáticos salen después. Lo que haces es coger los que crees que son los mejores espectáculos y de ahí suelen salir coincidencias alrededor de algunas cuestiones.
Este año, por ejemplo, en los más de mil proyectos que hemos valorado lo que más presencia tenía eran temas de la vida cotidiana y sociales como la vejez, el suicidio, la ecología, la vivienda, homofobia, igualdad de género o el resurgir de los fascismos, entre otros. La única pauta a priori, por decirlo de algún modo, es dejar fuera propuestas que vinieran a sentar cátedra, a decir lo que está bien y lo que no. En teatro hay mucho de esto. Esas no las consideramos.

 

Un año más ampliáis las subsedes (Banyoles, Bescanó, L’Escala, Palafrugell, Puigcerdá, Sant Gregori, Torroella, Vilajuïga y el Teatro Romea de Barcelona). No sé si esto choca con esa idea de un festival muy concentrado.

Lo que pasa es que creemos que la capitalidad se tiene que ejercer de una manera esponjosa y que toda la zona puede beneficiarse de lo que mueve el festival. Eso, por un lado. Por otro, nos permite contar con 10 espacios más y esto es muy importante. Ten en cuenta que al producir tantos montajes se requieren un número elevado de sitios bloqueados muchas horas y días para llevar a cabo unos ensayos previos. Este año producimos 24 montajes, 18 se estrenan en esta edición y los demás el año que viene, y todos tienen que tener su sede para trabajar.

 

El festival pretende seducir al público, pero no menos importante es su labor a la hora de atraer a programadores de todo el mundo a descubrir las propuestas. ¿Cómo de complicado es este segundo punto?
Pasa una cosa muy rara, no voy a quedar muy diciéndolo, pero es cierta: es mucho más difícil traer programadores nacionales que internacionales. Esto es raro, ¿no? A mí, me cuesta entenderlo. Creo que puede ser por un tema de no querer arriesgar con algo nuevo porque los programadores españoles tienen mucha presión con la taquilla, aunque sean teatros públicos.

 

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L’adversari.

 

Vamos a ver si conseguimos que te mojes un poco. ¿Qué no te quieres perder de la programación de este año?

Intentaré no perderme ninguno (risas), pero te voy a decir alguno: L’adversari, que dirige Julio Manrique a partir de uno de los textos más emblemáticos de Emmanuel Carrère; lo nuevo de Angelica Lidell, que no tengo ni idea de qué va; Terces del Cirque Ici con Johann Le Guillerm; lo nuevo de Cristina Morganti; o el concierto conciertos de Ute Lemper & GIO Symphonia, sobre la música degenerada alemana.

 

 

¿Cuán importante es hacer una promoción de calidad y que llame la atención? Porque vosotros cuidáis mucho eso.

No puedes crear una promoción y decir: “aquí se ha acabado mi trabajo”. En el momento actual creo que es básico encargarte de saber comunicar bien en qué consta el festival y dirigirte a la gente adecuada que se puede interesar en cada montaje. No tiene sentido lo que hacemos si la gente no sabe lo que es. Es verdad que al final es toda una apuesta, sobre todo con el tipo de montajes que nosotros programamos, pero no podemos permitir que no vengan a verlos por no haber sabido comunicarlo.

 

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