Nacho Bonacho, uno de los gestores de la Sala Tarambana junto a Eva Bedmar, nos hace llegar sus impresiones acerca de cómo la crisis del COVID-19 afectará a su espacio.
Lo primero de todo: ¿Cómo estáis?
Bien, estamos bien. Intentando ver por dónde nos viene…
¿Cuántas personas trabajaban en vuestra sala habitualmente?
Contando la escuela, somos 9 personas trabajando más los eventuales
¿Qué ha supuesto esta situación para vosotros a nivel de puestos de trabajo de forma directa? ¿Habéis tenido que prescindir de alguien o podéis mantener todos los puestos?
Pues, de momento, hemos solicitado un ERTE para casi todos.
E indirectamente ¿Cuántos espectáculos vamos a dejar de ver en vuestra sala y cuántas compañías se ven afectadas?
Contando desde el 11 de marzo hasta el 15 de mayo, hemos cancelado más de 50 funciones y unas 30 compañías, incluyendo las que componían el cartel del V Festival Visibles de Arte Inclusivo. En cuanto a conciertos, se habrán cancelado 11 conciertos.
¿Qué impacto económico mensual va a tener para vosotros?
Pues es una situación en la que los ingresos son cero. Nosotros tenemos diferentes ramificaciones dentro de nuestra organización, que nos han salvado en otras situaciones de crisis porque son fuentes de financiación independientes: ambigú, conciertos, escuela, compañía, etc… En otras ‘crisis’, si una o dos de estas fuentes estaban más débiles, podíamos tirar de la otra. Pero con la situación actual, ninguna de estas salidas funciona.
A nivel de instalaciones, ¿estáis de alquiler o el local es vuestro? ¿Supone uno de los grandes gastos a mantener aunque no haya actividad?
Tenemos parte en alquiler y parte es propiedad. Por supuesto que la parte de alquiler es un gasto que, aunque nuestros caseros nos están dando facilidades y les estamos muy agradecidos, hay que mantener. Así como la luz, teléfono, etc…
¿Cuáles creéis que van a ser para vosotros las repercusiones a largo plazo de esta crisis del COVID-19? ¿De qué forma lo vais a sufrir de cara al futuro?
Pues, siendo sincero, la cosa no pinta muy bien. Desde luego, lo que sí que está claro, es que nos vamos a tener que ‘reinventar’ para poder salir adelante
Se está hablando mucho de las medidas que ha tomado el Gobierno. ¿Crees que son suficientes para la cultura a nivel general y para vosotros en particular?
No se han abordado unas medidas específicas para proteger la cultura a nivel general. Un error que, si no le ponen solución, lo vamos a pagar todos (y no solo los que vivimos directamente de la cultura).
¿Qué necesitáis vosotros particularmente de las instituciones en un momento así?
Pues principalmente apoyo financiero para soportar las estructuras de nuestros proyectos. Como ya he dicho antes, los ingresos son cero y los gastos siguen viniendo. El resultado de esta operación matemática es muy sencillo.
¿Tenéis concedida alguna ayuda pública reciente? Si es que sí, ¿tenéis ya el dinero o todavía no? ¿Os han dado las instituciones alguna previsión en este sentido?
Hasta la fecha, solamente la Comunidad de Madrid había sacado las ayudas oficialmente y todavía no han dado los resultados de su concesión. El resto de ayudas (Ministerio y Ayuntamiento), no han salido todavía.
Para atacar a este sector siempre se habla de que la cultura está muy subvencionada, pero llega una situación como esta o una crisis económica y vemos que es un sector que sufre mucho y en casi todos los niveles. ¿Por qué la sociedad no reconoce al sector como debería? ¿Por qué siempre le dan de lado?
La base está en la percepción que tiene esta sociedad de la cultura. En general, se nos mete a todos en un mismo saco, este saco tiene más que ver con el ocio y el entretenimiento que con la cultura. Desde esta visión, nos hace ser un sector ‘desechable’ en momentos de crisis, ‘porque hay otras cosas mucho más importantes’. La cultura debería estar al nivel de la educación y la sanidad. Es igual de vital para que una sociedad crezca y evolucione. Pero viendo como se ha tratado a la sanidad y a la educación, que todo el mundo debería tener claro en qué nivel están, no me extraña que no se reconozca al sector como se debería.