Estas son las impresiones que nos ha hecho llegar Paola Matienzo, integrante del equipo que gestiona la Sala AZarte, acerca de cómo la crisis del COVID-19 afectará a su espacio.
Con la actividad escénica interrumpida, ¿estáis pudiendo desarrollar otras actividades: gestión, contacto con las instituciones, preparación y difusión de recursos digitales…?
Sí, seguimos trabajando en gestión y estamos en contacto con las instituciones gracias a los representantes de las asociaciones tanto de Macomad como de la Red de Teatros Alternativas, con las que nos reunimos online, los miércoles con la Red y los jueves con Macomad para tomar decisiones e informarnos de las diferentes opciones que tenemos en cuanto a ayudas, pagos de suministros, etc.
En cuanto a actividades propias de sala hemos activado para los talleres anuales la posibilidad de que puedan continuar trabajando online, aunque en este caso cada taller es un mundo y no todos pueden realizar sus programas en este formato.
Cuando escucháis lo del teletrabajo como recomendación gubernamental: ¿qué sentís?
En nuestro caso hay tareas que debemos y queremos seguir haciendo desde casa, pero esto no está marcado por las recomendaciones, sino por la necesidad tanto artística como de gestión de continuar con los proyectos.
Los directores de salas alternativas siempre nos llevamos el trabajo a casa, AZarte está abierta todos los días del año, menos en agosto, pero incluso este mes y estando en vacaciones suelo trabajar cada día de lunes a viernes. Siempre hay mails, decisiones, preparaciones del arranque de la nueva temporada y nuevos proyectos teatrales o de formación, es una rueda que no puedes parar ni siquiera estando cerrados porque muchas compañías, directores y actores dependen del espacio donde desarrollan sus trabajos.
¿Cuántas personas trabajaban en vuestra sala habitualmente?
Es un número variable según la época. De gestión somos cuatro personas, luego hay profesores fijos y de talleres intensivos y en las épocas en que tenemos obras de producción propia en cartel dentro o fuera de la sala tenemos a todo el equipo artístico y técnico de esas funciones.
¿Qué ha supuesto esta situación para vosotros a nivel de puestos de trabajo de forma directa? ¿Habéis tenido que prescindir de alguien o podéis mantener todos los puestos.
Lamentablemente estar cerrados y sin ingresos no es sostenible en el tiempo para ninguna sala y luego de pensarlo mucho y ver opciones decidimos solicitar un ERTE pues no vimos más posibilidades.
E indirectamente ¿Cuántos espectáculos vamos a dejar de ver en vuestra sala y cuántas compañías se ven afectadas?
En AZarte decidimos conjuntamente con las compañías pasar las obras que no pudieron hacerse en este período a cuando podamos volver a abrir, que no creo sea a finales de abril, sino más tarde. Estaba siendo una temporada muy fuerte debido a que la mayoría de las funciones en cartel estaban prorrogando y luego teníamos los estrenos, en total contábamos con 7 compañías por semana. El problema no es solo lo que había programado sino también los trabajos que se estaban ensayando ahora para estrenar en los próximos meses. Evidentemente todo el sector está parado y cuando retomemos las actividades hay proyectos que ya no podrán hacerse, ya sea por falta de medios o por disponibilidad del equipo que debió cambiar todas sus fechas, este es un golpe importante para las compañías puesto que algunas ya tenían una inversión realizada que no sabemos si podrán recuperar de alguna manera.
¿Qué impacto económico mensual va a tener para vosotros?
Actualmente la pérdida es casi del 100 % de los ingresos. La sala pierde la totalidad de ingresos de 28 funciones al mes y las siete compañías programadas 4 al mes. Y el centro de formación también está cerrado y solo tiene activas algunas clases online.
¿Cuáles creéis que van a ser para vosotros las repercusiones a largo plazo de esta crisis del COVID-19? ¿De qué forma lo vais a sufrir de cara al futuro?
Yo creo que el impacto en la exhibición va ser profundo y sostenido en el tiempo. Y no va a terminar cuando todos volvamos abrir. Posiblemente al principio será necesario abrir con restricciones de aforo y esto hará que sea inviable la apertura, económicamente hablando, para salas pequeñas, puesto que ese aforo reducido, que en muchos casos no llega a los 20 espectadores, no alcanzará para cubrir gastos mínimos ni de compañías, ni de la sala, sobre todo teniendo en cuenta de la situación de la que estaremos saliendo de cierre total de actividades. Creo que incluso cuando se pueda abrir sin restricciones el público tardará en volver a tener la confianza necesaria para entrar en un espacio cerrado rodeado de personas.
Por estas razones desde las salas estamos pensando la manera de poder seguir con el apoyo al teatro de base y el fomento a la creación desde otras perspectivas que esperemos sean enriquecedoras para tod@s l@s que trabajan en nuestros espacios y puedan abrir nuevas líneas de investigación y desarrollo artístico también a largo plazo. Actualmente en esto tampoco se tomaron decisiones que podamos comentar, puesto que de momento solo se están recogiendo ideas.
Se está hablando mucho de las medidas que ha tomado el Gobierno. ¿Crees que son suficientes para la cultura a nivel general y para vosotros en particular?
Se están evaluando posibles medidas y tomando otras más urgentes, pero el sector es muy frágil y está compuesto en su mayoría por empresas pequeñas y creadores independientes que no podrán superar esta crisis si no se actúa con rapidez y eficiencia. Creo que es imposible predecir, sin saber que pasará el próximo mes con el sector y cuales serán finalmente las medidas, si estas serán suficientes para la cultura o para las artes escénicas, pero lo que si podemos adelantar es que si no se actúa con urgencia, como se ha hecho por lo visto en países vecinos, el final de muchos creadores y proyectos culturales será inevitable.
¿Qué necesitáis vosotros particularmente de las instituciones en un momento así?
Creo que es una pregunta difícil de contestar en la situación tan delicada en la que nos encontramos, no solo nosotros sino todos los sectores, de momento se está evaluando nuestras propuestas que se verán afectadas por el tiempo y las condiciones en las que tengamos que permanecer sin actividad. Lo que está claro es que necesitamos que las administraciones concreten urgentemente presupuestos y un paquete de medidas específico para el sector que garantice la supervivencia de un tejido cultural que ha llevado años construir y actualmente se encuentra al borde del abismo.
¿Tenéis concedida alguna ayuda pública reciente? Si es que sí, ¿tenéis ya el dinero o todavía no? ¿Os han dado las instituciones alguna previsión en este sentido?
Las ayudas del 2020 están paralizadas y de las pasadas solo tenemos pendiente de cobrar una ayuda del 2018 de rehabilitación de teatros.
Para atacar a este sector siempre se habla de que la cultura está muy subvencionada, pero llega una situación como esta o una crisis económica y vemos que es un sector que sufre mucho y en casi todos los niveles. ¿Por qué la sociedad no reconoce al sector como debería? ¿Por qué siempre le dan de lado?
No creo que la sociedad no reconozca al sector como debería, creo que hay personas que dicen no estar interesadas en la cultura, aunque la consuman, lo cual es una contradicción importante, como muchas otras a las que nos enfrentamos.
La cultura es un bien valorado universalmente y es un sector vulnerable y necesario para todas las sociedades históricamente y por eso está subvencionada. Es muy fácil criticar sin estar informado, pero estas ayudas no representan un porcentaje tan alto como se cree y la mayor parte del sector no recibe ninguna. Las cifras de lo que genera y recibe tanto el sector del cine como el del teatro, si es a lo que nos estamos refiriendo, están publicadas para quien quiera consultarlas. Los proyectos culturales salen adelante en su mayoría gracias al empeño y esfuerzo de quienes los ponen en pie arriesgando todo lo que tienen, pidiendo préstamos y auto explotándose para cumplir con unas normativas que están pensadas para todo tipo de empresas y no para el sector cultural en particular como sucede en otros países.
Vosotros sois también escuela. ¿Cómo os ha afectado ahora y cómo os afectará de cara al futuro?
Lo que hicimos fue pasar los talleres intensivos a más adelante y continuar trabajando online con los talleres anuales, aunque luego se recuperarán horas de manera presencial.
¿Cuántos cursos (talleres, laboratorios, etc.) habéis tenido que parar y a cuántos alumnos y trabajadores ha afectado?
Tenemos8 talleres fijos con una media de 14 actores cada uno y para este período teníamos 4 talleres intensivos con una media de 17 actores. Esto afecta de momento a más de 150 actores y a 12 directores que los imparten.
¿Cuántos ya organizados no van a poder empezar?
Cuatro talleres intensivos ya cerrados y con las matrículas formalizadas de momento no van a poder realizarse.
¿Qué impacto económico creéis que supondría para vosotros no poder reanudar actividad hasta septiembre?
Reanudar las actividades en septiembre tendría un impacto muy negativo sin ayudas y lamentablemente muchas salas deberán cerrar, esto en una ciudad como Madrid, teniendo en cuenta la cantidad de creadores y compañías que hay implicaría un golpe devastador para el teatro de base.
¿Cuándo solíais lanzar convocatoria para los cursos de la siguiente temporada? ¿Creéis que esta situación retrasará también esos plazos y puede provocar perdida de futuros alumnos aunque la situación ya se haya solucionado?
Los talleres anuales los lanzamos en junio, seguramente esto va a afectar a esos plazos, primero porque hasta esas fechas estaremos impartiendo talleres de este ciclo que debimos pasar para más adelante y segundo porque el daño económico de esta crisis hará que no haya recursos para formación.
¿También podría afectaros el retraso de la EvAU y finalización de los cursos lectivos de Institutos y Universidades a la hora de que los posibles nuevos alumnos puedan plantearse apuntarse a vuestra oferta formativa?
Nuestra formación está orientada en su mayoría a actores profesionales, no creo que esto tenga repercusión para nosotros a nivel de formación.
¿Tenéis formación online? ¿Creéis que puede ser una salida? Si no la tenéis, ¿Os lo estáis planteando?
La esencia del teatro es estar presentes y juntos, ahora bien esta manera de trabajar va a cambiarnos a tod@s y va a abrir horizontes, no para un tipo de trabajo como ensayos o clases más corporales evidentemente, pero si para enseñarnos maneras de colaborar, investigar y relacionarnos en la distancia. Hasta ahora no teníamos formación online y siempre vamos a primar la presencial pues constituye nuestra esencia, pero creo y deseo que esta situación pueda ser un punto de partida para evaluar otras posibilidades.