MANERAS DE RESISTIR
Por José Antonio Alba
Es inevitable cerrar el 2025 con la sensación de que el suelo tiembla bajo nuestros pies. La crispación, la desinformación y los extremismos que estrechan nuestra mirada colectiva parecen desestabilizarlo todo.
Sin embargo, basta asomarse a la cartelera de este mes para encontrar señales que nos recuerdan que hay maneras de resistir. Por ejemplo, Jonathan Larson nos lo grita desde Rent, con esa comunidad de artistas que, en medio del miedo, se sostiene gracias a la amistad y el apoyo mutuo; Duncan Macmillan nos muestra en Personas, lugares y cosas que incluso en el derrumbe más íntimo se abre un camino cuando uno se deja acompañar. En la desgarradora Violencia de Fran Kranz, la respuesta a lo insoportable no es el castigo, sino la escucha; incluso Cervantes, en Numancia, nos enseñó que una comunidad sitiada puede defender su dignidad aun cuando solo le queda la voluntad. Y Dickens, desde una mirada más familiar en Cuento de Navidad, nos recuerda que hasta los corazones más endurecidos pueden cambiar si alguien ilumina la grieta adecuada.
Estas historias, tan distintas y, a la vez, tan hermanas, nos hablan de que lo que necesitamos hoy es aprender a tender la mano, a mirar con empatía y sostenernos cuando el mundo parece empeñado en empujarnos a separarnos.
Por eso, desde Godot, queremos quedarnos con esa obstinación compartida, que parece ser atemporal, de creer que las Artes Escénicas siguen siendo un lugar donde la comunidad se recompone, donde el cuerpo y la palabra combaten el miedo con complicidad y donde todavía quizá podamos ensayar formas de futuro. Al final no nos queda otra. ¿Qué perdemos con intentarlo?
¡Que el 2026 nos encuentre juntxs, tercxs y luminosxs!
Este mes protagoniza nuestra portada de Godot un clásico de estas fechas: Cuento de Navidad, una adaptación, dirigida por Triana Lorite, que llega al Teatro Maravillas con Antonio Albella al frente del reparto. Además, hablamos con Pablo Messiez, Lucía Montes & Mado Dallery, Rafa Castejón y Sara San Gregorio, entre otrxs; y os traemos diferentes opciones para ir al teatro en familia.
En Godoff, la versión Chéjov + Chéjov de La gaviota que Irina Kouberskaya dirige y versiona ocupa la portada. La obra se adentra en los pliegues del texto original para tender un puente entre la obra y el hombre que la escribió y podrá verse en Teatro Tribueñe. Juan Asego, Sara Nieto, Ale Lacour y el Espacio Mistral son otros de los protagonistas del mes.
VOZ EN OFF: LA IMPORTANCIA DE DEJAR HUELLA
Por Sergio Díaz
Quizá me equivoque, pero en todos los grupos de amigos en algún momento ha sobrevolado la idea de tener tu propio bar. ¿No? ¿Sólo me pasa a mí? No sé, yo lo he escuchado mucho. Y mira que es algo que a mí siempre me ha dado igual, dado que no bebo alcohol y no estoy nada preocupado por el precio de los tercios. Con lo que sí he fantaseado es con tener mi propia sala de teatro. Una sala independiente, acogedora, diversa… en la que pueda programar Artes Escénicas de calidad (sea lo que sea eso para cada unx de nosotrxs). Pero sé que no podría. No es por falta de valentía (ya he montado dos revistas gratuitas), es por exceso de responsabilidad. No podría soportar el hecho de programar algo y que la sala no se llenara (y ya ni hablamos de suspender funciones por falta de público… me muero).
Llevo escribiendo columnas como esta desde 2003, así que siento si me repito con los temas. Esta columna es, una vez más, un homenaje a todos aquellxs que han tenido el sueño de tener su propia sala de teatro y lo han cumplido. Desde ese lejano 2003 he asistido al nacimiento, muerte (e incluso resurrección) de muchos espacios escénicos en Madrid. El otro día, buscando una calle en una app de mapas, me saltó la ubicación y el nombre de un antiguo teatro del que ya no me acordaba. Y me puse a pensar en eso, en teatros que han desaparecido y en la huella que dejan. Vaya por delante que el hecho de que hayan existido ya es mucho, muchísimo, pero es verdad que el hecho de no recordar o ubicar algunos de ellos me da bastante pena, porque no dejaron nada en mí. Hay otros muchos espacios de los que me acuerdo siempre, porque allí viví cosas increíbles, obras que se me han quedado en la cabeza y que cumplieron su función con creces: hacerme salir distinto a como entré.
Es algo que suelo comentar con la gente que gestiona estos espacios culturales (como si yo tuviera idea), creo que lo más importante es la línea programática (o filosófica) que tenga el espacio, el hecho de saber lo que vas a encontrar allí. Hay muchos lugares que lo tienen claro y puedes ir allí con los ojos cerrados y recomendar su cartelera porque suele ser acierto seguro. Está claro que lo más importante es sobrevivir, y cada cual lo hará de la mejor manera, pero teniendo clara tu propia identidad creo que se llega más lejos.
En estos días damos la bienvenida a Espacio Mistral, El Garaje del Actor y Teatro Platea (cuando logren vencer a la burocracia). Mucho ánimo en esta nueva aventura. Desde Godot os acompañaremos para que el camino sea más llevadero.