TANTO RUIDO…

Por José Antonio Alba

Seguramente, antes de llegar hasta aquí, nuestra cabeza volaba desquiciada, pensando en los quehaceres pendientes. Quizá veníamos escuchando las noticias, discusiones entre gritos que nos taladran la mente, mails borboteando desde el ordenador, notificaciones de WhatsApp reclamándonos, redes sociales bombardeándonos con la voracidad del algoritmo e influencers que nos anestesian el pensamiento, robándonos el poco tiempo que nos queda para nosotros mismos… Todo es ruido que nos aturde y ensucia. ¿Cuándo dejamos que el silencio desapareciera de nuestras vidas?

Sin embargo, ¿te has dado cuenta de que, en este preciso instante, estás inmerso en tu propia burbuja de silencio? Estás aquí, presente, leyendo estas líneas, escuchándote pensar. ¿Hace cuánto no te regalabas este espacio?

Tal vez estés sentado en una butaca y, en unos instantes, te dispongas a ampliar ese silencio interior a través de lo que suceda en escena, sin interrupciones externas (¿has apagado el móvil para no reventar el instante a los demás?). Hacer esto hoy es, en sí mismo, un acto de resistencia. Afuera sigue el ruido, sin embargo, en el teatro el mundo queda en pausa para estar presente y escuchar lo que ocurre en escena; pero, sobre todo, lo que ocurre dentro de ti. En el teatro, el silencio no es un vacío, es un acontecimiento que permite que lo que no se dice resuene con más fuerza que lo que se verbaliza. ¿Cómo podríamos trasladar esto a nuestra vida cotidiana?

Nos rodeamos de voces que quieren decirnos qué pensar, qué sentir, qué desear, nos saturamos, nos agotamos. Y surge la pregunta: ¿nos da miedo el silencio? ¿Nos da miedo parar, mirarnos hacia adentro, escucharnos de verdad?

 

Teatro de La Abadía ocupa nuestra portada con un estreno que forma parte de la celebración de su 30º aniversario: Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna! dirigido por José Luis Gómez e interpretada por Ernesto Arias, Lidia Otón, David Luque y Jesús Barranco. Ademñas, entrevistamos a Pablo Remón, Rocío Molina, Christos Papadopoulos, Cecilia Suárez y Luis Luque, entre otros protagonistas. 

En Godotff es Waltus, el texto original de Sonia Madrid y proyecto de Lagrada Producciones, la obra destacada en primera página. Miguel Torres dirige e interpreta (junto a Yago Angullo, Cuchi Sánchez, Ana Pilar Santos, Miguel Cambero, Eva Bacardit, Alba M. Centenera y Maite Zahonero) este cuento sobre la pérdida de la ilusión vital y cómo sobrevivir siendo diferente. Nieve Castro, Teatro a Primera Sangre, Kai Sánchez y la Temporada Verde en Cuarta Pared también disfrutan este número de amplia difusión. 

 

Voz en OFF: ¿ES EL FIN DE LA EMPATÍA?

Por Sergio Díaz

La empatía nos hace humanos porque es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otros. Se supone que es lo que nos diferencia de otros animales, pero la verdad es que conozco perros, gatos, caballos… que son capaces de demostrar más empatía que muchos de nosotros.

El titular es llamativo, lo sé, y posiblemente falso. La falta de empatía nos ha acompañado en toda nuestra historia evolutiva y seguramente nos habrá servido como herramienta de supervivencia. Pero es que últimamente me parece alarmante lo que veo a mi alrededor. Se puede comprobar en las redes, por supuesto, en los discursos políticos diarios, en los comportamientos incívicos cotidianos… Se puede comprobar cuando niegas lo que está pasando en Palestina porque tu discurso político es otro. Se puede comprobar cuando niegas lo que está pasando en Venezuela porque tu discurso político es otro (que la gente se vea forzada a huir de su país de nacimiento es para hacérselo mirar en cualquiera de los casos). También es fácilmente rastreable cuando le niegas los derechos a cualquier colectivo o persona que tú consideres diferente; o más aún cuando el 21,3% de los españoles piensa que la dictadura de Franco fue buena o muy buena, según un dato reciente del CIS.

La revista de este mes está llena de referencias hacia la empatía y explican mucho mejor que yo las ideas que revolotean en mi cabeza. “La cultura neoliberalista alimenta los procesos de individuación, lo que genera una sociedad de carácter narcisista y ensimismada” dice Kai Sánchez. “En México nos han robado las calles a las mujeres”, dice Cecilia Suárez, y la constante negación de eso es una falta de empatía brutal. “La finalidad del teatro es conmover, crear y potenciar la empatía”, dice Miguel Torres en nuestra portada de Godoff. Y son solo tres ejemplos, pero hay más.

“A veces, la bondad es el mayor acto de valentía”, dice el personaje de Helen Mirren en la película Alas Blancas. Yo también lo creo, igual que amar, comproterse y ser honestx. Ahora que parece que todo eso ya no está de moda, la gente a la que nos preocupa el resto del mundo y no estamos absortos en nosotrxs mismxs poniendo morritos para los ‘reels’ del ‘insta’, tenemos que ser valientes. Más que nunca.

Comparte este post